WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, admitió este jueves las fuertes críticas dirigidas a los servicios secretos de su país que demostraron ser incapaces de constatar la ausencia de armas de destrucción masiva (ADM) en Irak antes de la guerra.
Bush expresó que comparte las conclusiones del informe a las que llegó una comisión independiente, según la cual los servicios secretos tuvieron toda la culpa.
"Yo comparto la conclusión central que estima que la comunidad de los servicios de inteligencia de Estados Unidos necesita de una reforma fundamental que nos permita afrontar con éxito, las amenazas del siglo XXI", afirmó en una declaración difundida por la Casa Blanca.
A su vez le solicitó al Congreso confirmar rápidamente en sus funciones al nuevo director de inteligencia nacional (DNI, en su sigla en inglés), un puesto recientemente creado por su administración que será ocupado por John Negroponte, ex embajador en Irak.