ROMA.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se arrodilló y rezó este miércoles por la noche en la Basílica de San Pedro, acompañado de su esposa Laura, ante los restos mortales del papa Juan Pablo II, fallecido el sábado a los 84 años.
Formaban también parte de la comitiva norteamericana, los ex presidentes George Bush padre y Bill Clinton, así como la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que llevaba una mantilla negra cubriéndole la cabeza, como la Primera Dama.
El Presidente Bush permaneció cinco minutos en la capilla ardiente del Papa, antes de retirarse saludando respetuosamente a los cardenales presentes.
Antes de abandonar la Basílica, donde permanecieron unos pocos minutos, George W. Bush y los miembros de su delegación se detuvieron unos momentos en silencio ante los restos del Papa Wojtyla.
El avión presidencial, Air Force One, había aterrizado menos de una hora antes en el aeropuerto internacional de Roma-Fiumicino.
Bush y cerca de otros 200 dignatarios de todo el mundo asistirán el viernes a los funerales de Juan Pablo II.
Está previsto que Bush se aloje durante su estancia en la residencia del embajador estadounidense en Roma, Mel Sembler, y que mantenga reuniones con Ciampi y Berlusconi, aunque la agenda no ha sido dada a conocer.
