BAGDAD.- Cuatro niños murieron al estallar una bomba abandonada entre la basura que recogían, en el este de la ciudad de Bagdad. Lo más probable es que el artefacto explosivo fuera dejado entre los desperdicios por un grupo insurgente.
También, en un incidente separado, desconocidos armados asesinaron a tiros a un oficial de policía de la ciudad de Basora, capital del sur iraquí.
Hasta la fecha, miles de policías y miembros de las nuevas fuerzas de seguridad han sido asesinados por los grupos insurgentes que aparecieron tras la caída del régimen de Sadam Husei, en abril de 2003, y que les acusan de complicidad con las tropas de la ocupación, lideradas por EEUU.