SHANGHAI/BEIJING.- Gritando "los invasores japoneses deben morir", miles de personas se manifestaron el sábado contra el pasado bélico japonés en el este de China, lanzando piedras y botellas y quemando banderas japonesas ante el consulado de Tokio en Shanghai.
Pero parecía que las autoridades habían evitado que las protestas de la semana pasada se repitieran en Beijing, donde miles de miembros de la policía paramilitar patrullaban las calles y se advirtió a los estudiantes en contra de manifestarse en la capital, a la que llegará el ministro de Relaciones Exteriores japonés el domingo.
La policía también prohibió protestas en Guangzhou, en el sur del país, y en Chongqing, en el sureste, donde miles de personas se volcaron a las calles la semana pasada.
Los chinos protestan contra unos libros de texto que, según sostienen, suavizan el pasado bélico nipón, y contra la candidatura de Tokio para obtener un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En el tercer fin de semana de protestas violentas contra Japón en China, miles de personas se manifestaron ante el consulado japonés en Shanghai, rompiendo las ventanas con piedras, lanzando bombas de pintura y atacando los restaurantes japoneses que encontraban por el camino.
Los manifestantes prendieron fugo a la bandera japonesa rojiblanca. Algunos llevaban pancartas con mensajes como "Afronta la Historia", mientras otra advertía: "La guerra antijaponesa no ha terminado".
Un coche japonés fue volcado y quedó lleno de arañazos y con una pintada en la que se leía "Boicot a Japón".
Cientos de policías paramilitares vestidos con el uniforme de antidisturbios estaban preparados, mientras la policía apelaba a la calma a través de altavoces.
Protesta de japón
Japón ha protestado ante el gobierno chino por no conseguir proteger las instalaciones diplomáticas y comerciales niponas de los daños ocasionados por los manifestantes.
"Protestamos firmemente ante el gobierno chino de que manifestantes violentos lanzaron piedras, botellas de plástico y excrementos al consulado de Shanghai", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Aunque la información estaba disponible con antelación, el daño no fue evitado, agregó el texto.
