BUCAREST.- Las familias de los tres periodistas rumanos secuestrados hace 55 días en Bagdad, sus compañeros de trabajo y numerosos ciudadanos manifestaron hoy su alegría y emoción por la liberación de los rehenes y de su acompañante estadounidense de origen iraquí.
La Presidencia rumana informó hoy que Marie Jeanne Ion (32), Sorin Miscoci (30), Eduard Ovidiu Ohanesian (36) y su guía Mohamed Munaf fueron liberados y se encuentran sanos y salvos en custodia de las autoridades rumanas.
"Es una alegría inmensa que no puedo expresar en palabras; doy las gracias a todos los que se implicaron en su liberación", declaró a la emisora de televisión Realitatea TV el senador socialdemócrata Vasile Ion, padre de la reportera secuestrada.
El Presidente rumano, Traian Basescu, informó por teléfono a los padres sobre la liberación de sus hijos y que éstos volverán pronto a casa.
Elena Miscoci, madre de Sorin Miscoci, manifestó también su gran alegría y emoción tras "los momentos más difíciles jamás vividos" por su familia, la madre y la hermana de Ovidiu Ohanesian lloraron de felicidad, mientras miles de rumanos enviaron mensajes de alegría a las emisoras.
Los tres periodistas y su acompañante, que se hallaban en Irak para informar sobre la instalación del nuevo poder, fueron secuestrados el 28 de marzo en Bagdad, después de una entrevista al entonces Primer Ministro iraquí, Iyad Alaui.
El 30 de marzo, un hombre de negocios sirio de Bucarest declaró que un supuesto secuestrador le había contactado para exigirle a cambio de Mohamed Munaf, su socio y amigo, y de los demás rehenes un rescate de cuatro millones de dólares.
La prensa rumana, en una serie de comentarios, ponía en duda la realidad de este secuestro y sus móviles, después de que el sirio fuera detenido por las autoridades rumanas por graves delitos económicos y financieros.
El Presidente Basescu asumió personalmente la responsabilidad del caso al frente de un comité de crisis integrado por los jefes de los servicios secretos, representantes de los ministerios de Defensa y Exteriores.
El primer video sobre los rehenes rumanos y su guía apareció el 1 de abril en la cadena de televisión Al Jazzera, donde los periodistas desmintieron que se hubiera pedido dinero por su liberación.
Al cabo de tres semanas de silencio, un grupo islamista llamado Moad ibn Jabal se atribuyó el secuestro, exigió la retirada de los 860 militares rumanos destacados en Irak y amenazó con matar a los cuatro cautivos, si no se respondía a sus exigencias en cuatro días.
Las últimas imágenes difundidas por Al Jazzera el 26 de abril mostraban a los rehenes implorando al Gobierno rumano y a sus familiares que se salvara su vida, mientras los secuestradores prolongaron el ultimátum.
Los hombres tenían las cabezas rapadas y dos de ellos -Miscoci y Munaf- estaban vestidos de color naranja, como los prisioneros iraquíes en las cárceles de EE.UU., y dijeron que iban a ser los primeros en ser asesinados, mientras rogaban a los rumanos que se manifestaran en la calle y ejercieran presión sobre el Gobierno para la retirada de las tropas.
Los días siguientes, en Rumania tuvieron lugar manifestaciones de solidaridad con los periodistas cautivos, pero participaron sólo unos centenares de personas y no pidieron la retirada de las tropas.
El destino de los tres periodistas y su guía se hallaba siempre en el foco de atención de la opinión pública, sus fotos se llevaban sobre las camisetas, aparecían en todas las televisiones, diarios, ventanas de instituciones públicas y casas particulares pidiendo su liberación.
La comunidad árabe de Rumania, la Liga Cultural Islámica y los religiosos musulmanes de este país hicieron también gestiones a favor de la liberación de los cuatro rehenes, enviando varias veces mensajeros a Bagdad.
La oposición parlamentaria solicitó varias veces al Gobierno que estableciera una agenda para la retirada de las tropas rumanas de Irak, al mismo tiempo la Presidencia y el Ejecutivo declararon que no iban a cambiar de política exterior bajo presión y reiteraron que no retirarían a los militares rumanos de Irak.
Liberados llegarán mañana a Bucarest
Según anunció el Presidente Basescu, los tres periodistas rumanos secuestrados el 28 de marzo y liberados hoy llegarán mañana a Bucarest.
"El Estado actuó con responsabilidad, en el interés nacional, en esta crisis, no se negoció sobre nuestra política exterior presente ni futura, ni se pagó nada", dijo el Primer Mandatario.
Añadió que, si Rumania hubiera cedido o hubiera pagado un rescate, los rumanos en cualquier lugar de la tierra estarían en peligro.
Precisó que los rehenes rumanos y su guía se encuentran ahora bajo la protección de la Embajada rumana en Irak.
El jefe del Estado informó que un avión Hércules C 130 de las Fuerzas Armadas Rumanas despegó esta tarde hacia Bagdad para traer a casa mañana a los tres ciudadanos rumanos.
Para evitar el riesgo de un transporte nocturno, mañana se realizará el traslado de los tres hacia el aeropuerto de Bagdad escoltados por fuerzas antiterroristas rumanas y de seguridad de EE.UU. estacionadas en Irak.
El Presidente subrayó que la operación de rescate fue realizada completamente por los servicios secretos rumanos.
Dio las gracias al Servicio Rumano de Informaciones, al Servicio de Informaciones Externas y al Servicio de Informaciones del Ejército así como a las fuerzas antiterroristas rumanas en Bagdad y a las fuerzas de seguridad de EE.UU que vigilan el traslado.
También expresó su gratitud a los servicios secretos aliados que pusieron a disposición toda su experiencia en casos similares y a la comunidad árabe de Rumania que creó un clima propicio a las negociaciones.
Basescu concedió que el pasado viernes no excluyó la posibilidad de que se había ejecutado a alguno de los rehenes, confesó que había recibido una foto en la que Marie Jeanne Ion estaba vestida con la camiseta de Munaf y que éste no aparecía más, con lo que se sugería la posible ejecución de éste.
Informó que las autoridades iraquíes detuvieron a varias personas sospechosas de estar implicadas en este secuestro, y que un fiscal y otros dos investigadores rumanos se hallan en Bagdad para recoger directamente los testimonios de estas personas.
El jefe del Estado advirtió que "la operación no está todavía finalizada" y solicitó cautela a la prensa "para no poner en peligro las vidas de quienes ayudaron a liberar los rehenes".