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Museos británicos reciben el legado de una excéntrica millonaria

Tres museos recibirán un centenar de tesoros de las culturas tailandesa y birmana, en pago por el trabajo de un experto de la Biblioteca Británica que ayudó a catalogar las antigüedades acumuladas por la rica heredera.

30 de Mayo de 2005 | 10:22 | EFE
LONDRES.- Tres de las más importantes instituciones culturales del mundo, el Museo Británico, la Biblioteca Británica y el museo Victoria y Albert, que se encuentran Londres, recibirán un importante legado procedente de la colección privada de una excéntrica multimillonaria estadounidense.

Se trata de Doris Duke, hija única del magnate del tabaco James Buchanan Duke, fallecida hace doce años después de una larga y extravagante vida.

Los citados museos recibirán un centenar de tesoros de las culturas tailandesa y birmana -pinturas, textos budistas sobre marfil, esculturas y muebles-, en pago por el trabajo de Henry Ginsburg, experto de la Biblioteca Británica que ayudó a catalogar las antigüedades acumuladas por la rica heredera.

Al morir -algunos dicen que asesinada-, Doris Duke dejó una fortuna de 1.200 millones de dólares, y el monto de los activos de la fundación benéfica que lleva su nombre se calcula en cerca de 2.000 millones.

Según quienes la conocían, Doris Duke, que heredó cien millones de su padre cuando tenía 12 años, llevó una vida infeliz, rodeada de sucesivos amantes de los que siempre sospechó y de colaboradores en los nunca llegó a confiar.

Sus dos matrimonios acabaron pronto en fracaso y el único fruto de uno de ellos, una hija, murió poco después de nacer.

Tuvo como amantes, entre otros, al actor Errol Flynn, al general George Patton, un campeón de natación hawaiano, un parlamentario británico y varios músicos de jazz negros.

Entre sus muchas propiedades, tenía una mansión en Newport, en Rhode Island (EE.UU.), donde conservaba dos camellos que le había regalado el multimillonario saudí Adnan Kashoggi.

También se hizo construir en Honolulu (Hawai) un palacio de inspiración persa que bautizó "Shangri La". Fue incluso propietaria durante algún tiempo de un bombardero B-25 reconvertido y decorado con todo lujo.

Por otro lado, donó millones de dólares a organizaciones benéficas médicas, culturales o dedicadas a la defensa de los animales.
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