NUEVA YORK.- Dos pilotos de un pequeño jet murieron mientras atravesaban el estado de Misouri al precipitarse el aparato tras una maniobra en la que alcanzaron 12.500 metros de altura para ’’ascender a las estrellas’’.
Se trata de dos pilotos que trabajaban para la aerolínea Pinnacle, afiliada a la Northwest Airlines, mientras cubrían con un avión ’’Bombardier’’ la ruta Arkansas-Minnesota, sin pasajeros a bordo.
El hecho que recién ahora fue dado a conocer, ocurrió el 14 de octubre de 2004, en la periferia de Jefferson City, capital de Missouri, sin que provocara otras víctimas al precipitarse a tierra.
La hazaña buscada fue conocida a través de las cintas que registraron la charla de ambos pilotos durante el vuelo, hecha pública por la National Transportation Safety Board (NTSB).
La cinta registra los iniciales festejos de los pilotos tras alcanzar la altura buscada, así como el horror que siguió a poco del fracaso de la aventura.
Los jet regionales de ese tipo están en constante crecimiento. En el año 2000 había 570 disposición, frente a los 1.630 que hay en la actualidad.
Sus últimas palabras
"Vamos amigo, lo podemos hacer", exclama en la cinta el oficial primero Peter Cesarz al capitán a bordo Jesse Rhodes, durante el vuelo que partió de Little Rock, Arkansas.
"Ya estamos... lo hicimos, amigo, lo hicimos", agrega.
La cinta registró también pedido de cuentas de los controladores de vuelo desde tierra.
"No tenemos pasajeros a bordo y ahora decidimos salir a divertirnos por ahí afuera", contesta uno de ellos.
Los 41.000 pies de altura (12.500 metros) es el límite previsto para los "Bombardier".
A poco de los festejos, los motores señalan daños y comienzan las maniobras para recuperar el control de la aeronave, seguidas por un frenético intercambio de mensajes con la torre de control de aterrizaje de emergencias.
"¡Esa es una calle? No podemos ver la pista, no podemos", exclama Rhodes.
"Estamos muy bajo, muy bajo, dañaremos las casas...", es la última frase que registra la grabación.
Según David Stempler, presidente de la Asociación de usuarios de vuelo, "más que un problema de adiestramiento el hecho está vinculado a un problema ligado a pilotos desconfiables".
"Es más bien la historia de dos pilotos que se pusieron a jugar en su tiempo libre con cosas con las que no debieron buscar diversión", dijo Stempler.
