PAMPLONA, España.— Un cohete disparado desde el balcón principal del ayuntamiento a las 12 del mediodía marcó este miércoles el comienzo de los Sanfermines, las fiestas patronales de esta antigua ciudad romana conocida mundialmente por sus encierros de toros.
Miles de personas llenaron la Plaza del Ayuntamiento y las calles aledañas con el pañuelo rojo al cuello, el símbolo de las fiestas y uno de los colores tradicionales del festejo, junto con el blanco. El primer encierro será corrido el martes, uno de los ocho organizados por la municipalidad.
El primer cohete marca el comienzo de una semana de fiestas, bautizadas con el nombre del patrón de la ciudad, San Fermín, un obispo de origen francés martirizado por los romanos, que lo condenaron a morir a cornadas por varios toros bravos. El color rojo de los pañuelos simboliza su martirio.
La ceremonia tuvo un mal comienzo porque no prendió la mecha del primer cohete que debía lanzar la concejala Idoia Saralegi. Finalmente, y tras varias intentonas, ardió la carga y estalló el chupinazo para deleite de todos.
Personas de todos los rincones de mundo recorrerán durante ocho días las calles en el encierro de los seis toros, acompañados por varios cabestros, a lo largo de los 850 metros que separan sus corrales de la plaza de toros, donde serán lidiados por la tarde por tres espadas de tronío y sus respectivas cuadrillas.
Los sanfermines cobraron fama internacional gracias, en gran parte, a la novela del estadounidense Ernest Hemingway "The Sun Also Rises" ("El sol sale para todos").
"Es una fiesta estupenda", dijo Anthon Quinn, hijo del fallecido actor Anthony Quinn y que, a sus 39 años, trabaja de escultor en Barcelona. Fue uno de los invitados especiales del ayuntamiento.
Desde que comenzaron a ser recopiladas estadísticas oficiales en 1924, 13 personas han muerto en el encierro, la última en 1995.
