CIUDAD DEL VATICANO.- Benedicto XVI señaló hoy que existe una necesidad creciente de vincular la vida y la historia a fuertes referencias espirituales, al poner como ejemplo a San Benito y su búsqueda de Dios como vía hacia la santidad personal.
La festividad de este lunes del fundador de los Benedictinos, del que el Papa Ratzinger ha tomado el nombre, le sirvió de argumento para la reflexión en su último Angelus dominical antes de partir de vacaciones, primero al Valle de Aosta, en los Alpes, y luego a la residencia papal de Castel Gandolfo, al sur de Roma.
Ante unas 40.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro, el Pontífice recordó a San Benito y su espiritualidad que indica, dijo, la vía de la santidad personal, "que es una verdadera urgencia pastoral de nuestra época, en la que se advierte la necesidad de amarrar la vida y la historia a fuertes referencias espirituales".
De forma sucinta recordó el nacimiento del santo, patrón de Europa, en Norcia hacia el 480, su estancia en Roma, su retiro en Subiaco como eremita, la fundación de sus primeros monasterios y la escritura en Montecasino de la "regla" que daría vida a la orden de los benedictinos.
"Buscando antes que nada el reino de Dios, Benito -dijo el Papa-, tal vez sin darse cuenta, sembró la semilla de una nueva civilización, que se desarrolló integrando los valores cristianos con la herencia clásica, de una parte, y con la cultura germánica y eslava, de otra".
Tras señalar que San Benito no fundó una institución monástica con finalidades evangelizadoras, como otros grandes monjes de la época, Benedicto XVI manifestó que indicó a sus seguidores como finalidad única la búsqueda de Dios.
"No hay nada que anteponer al amor de Cristo, en eso consiste la santidad, propuesta válida para cualquier cristiano", añadió el Pontífice.
