BOMBAY.- Las autoridades exhortaron el domingo a la población a permanecer en sus casas debido las lluvias torrenciales, en tanto la cifra oficial de muertes por las inundaciones de la semana pasada ascendió a 910.
Las nuevas lluvias, que comenzaron el domingo, impidieron las tareas de limpieza y distribución de alimentos a los afectados más pobres.
Cinco días después de las lluvias que paralizaron el occidente de la India —y alcanzaron la marca de 940 milímetros en 24 horas en suburbios de Bombay—, efectivos del ejército, la defensa civil y socorristas seguían hallando cadáveres en las zonas más afectadas.
Más de 100 cadáveres aparecieron durante el fin de semana, elevando la cifra oficial a 910. Las autoridades dijeron que probablemente aparecerán más cuerpos en el distrito de Raigad, devastado por las inundaciones.
"Los cuerpos siguen apareciendo. Habrá otro centenar más o menos", dijo el secretario de rehabilitación estatal, K. Vatsa. "La cifra total será de unos mil, sin duda".
Pero la lluvia incesante sobre las montañas de escombros, piedras y barro mezcladas con los restos de las viviendas dificultaba la recuperación de cadáveres.
Por lo menos 421 personas murieron en Bombay, en su mayoría ahogadas bajo el agua, o los aludes, o electrocutadas.
Las autoridades enviaron trabajadores de la salud a los suburbios para distribuir medicamentos y desinfectantes en previsión de enfermedades infecciosas.
Al caer las nuevas lluvias, la policía de Bombay advirtió a los vecinos que permanecieran en sus casas. Se cerraron las escuelas de la ciudad y alrededores.
Con todo, la electricidad volvía gradualmente a los vecindarios del norte de la ciudad. Manifestantes enfurecidos habían bloqueado las calles en reclamo de la restauración del agua corriente, la electricidad y la remoción de basura y cadáveres de animales.
