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Murió el ex ministro británico Robin Cook

El ex titular de Asuntos Exteriores sufrió un colapso mientras realizaba una caminata en una montaña de Escocia. Su deceso deja al Partido Laborista sin uno de sus más brillantes parlamentarios y el más consecuente crítico de Tony Blair.

06 de Agosto de 2005 | 15:04 | Agencias

El deceso de Robin Cook fue sorpresivo.

LONDRES.- El ex ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña Robin Cook murió hoy, a los 59 años, según la policía, tras sufrir un colapso mientras hacía una caminata por la montaña escocesa de Ben Stack, de 721 metros de altura.

El ex secretario de Estado fue sometido en un primer momento a reanimación cardiovascular por un amigo que le acompañaba, quien recibió por teléfono móvil las oportunas instrucciones.

Poco después una ambulancia aérea lo trasladó de urgencia al hospital de Raigmore, cerca de la localidad de Inverness, donde ya no se pudo hacer nada por su vida.

El fallecimiento de Cook deja al Partido Laborista sin uno de sus más brillantes parlamentarios y el más consecuente crítico del Primer Ministro, Tony Blair. Ocupó la cartera de Asuntos Exteriores entre 1997 y 2001, y se opuso con decisión a la operación militar en Irak, lo que motivó su renuncia en 2003.

Cook encarnaba al antiguo laborismo

Nacido el 28 de febrero de 1946 e hijo único de un director de escuela, Cook destacó desde pequeño gracias a una inteligencia excepcional y una capacidad de trabajo fuera de lo común. Siempre le interesó el tema de la protección social y salía a menudo en defensa de los más desfavorecidos.

Diputado laborista desde 1974, Cook encarnaba para los militantes el rostro del antiguo laborismo, aquel que existía antes de que Tony Blair, una vez en Downing Street, orientara al centro esta opción ideólogica.

Cercano a John Smith, el antiguo líder del laborismo, Robin Cook había sido apartado del primer círculo de poder desde la llegada de Tony Blair a la cabeza del partido en 1994.

Desde entonces logró ganarse la confianza de Blair, renunciando poco a poco a algunos de los principios de la vieja ideología laborista, sobre todo el keynesianismo y el euroescepticismo.

Partidario de una política exterior ética

Robin Cook ocupó puestos relevantes dentro del Partido Laborista en los años en que éste ejerció la oposición al gobierno: fue especialista de las cuestiones presupuestarias (1980-83), europeas (1983-1984), de comercio (1986- 1987), de sanidad pública (1987-1992), de comercio e industria (1992-1994) y de Asuntos Exteriores (1994-97).

Cuando los laboristas llegaron al poder en 1997, Cook hubiera querido ocupar la cartera de Finanzas, sin embargo Tony Blair le nombró jefe de la diplomacia británica.

Cook se declaró siempre partidario de una política exterior "ética", lo que le valió algunas burlas y no pocas decepciones.

En junio de 2001 fue nombrado líder de la Cámara de los Comunes. En su calidad de miembro del gobierno, era el encargado de organizar las relaciones entre el Ejecutivo y los Comunes así como de establecer el orden del día parlamentario.

De origen escocés, estudió en la Universidad de Edimburgo, lejos de los centros de formación clásicos del "establishment" inglés.

Intelectualmente brillante, Cook tenía la reputación de ser arrogante y poco dotado para las relaciones humanas. Sus detractores lo calificaban de "enano gruñón".

No estuvo ajeno a los escándalos sentimentales

La vida privada de Cook estuvo en el corazón de un escándalo en 1997 cuando la prensa estuvo a punto de revelar que mantenía una relación sentimental extraconyugal con su secretaria, Gaynor.

A raíz de aquel asunto, Cook decidió dejar a su esposa Margaret, tras 28 años de vida en común para casarse con su secretaria.

La prensa popular británica disfrutó de lo lindo con el episodio, especialmente con las revelaciones de la esposa desconsolada que trató a su marido en un libro de ex alcohólico depresivo.
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