MOSCÚ.- El vehículo robótico británico Scorpio, que trata de rescatar al batiscafo (submarino pequeño) AS-28, atrapado desde hace tres días con siete marinos rusos a bordo a una profundidad de unos 190 metros, sufrió una avería y fue levantado a la superficie.
Según informó el mando de la Flota rusa del Pacífico, el Scorpio "fue levantado a la superficie para reparar una avería", cuando ya los cables y mangueras que retenían el batiscafo habían sido cortados y solo lo retienen en el fondo los restos de una red pesquera en la que se enredó el jueves pasado.
Según informó el jefe del servicio de prensa de la Flota rusa del Pacífico, capitán Aleksandr Kosolapov, los especialistas británicos que operan con el aparato necesitarán unos 10-15 minutos para repararlo.
Después de que fuera cortado el último cable de acero que retenía el batiscafo en el fondo, los equipos de rescate que siguen la operación gracias a las cámaras del Scorpio y del vehículo robótico ruso Tayguer, descubrieron que también en la proa del sumergible había restos de redes, explicó.
Para poder efectuar la inmersión de emergencia del batiscafo es imprescindible retirar también esos trozos de red, añadió, pues "para efectuar la operación el casco del sumergible debe estar limpio".
El batiscafo AS-28, uno de los cuatro navíos de este tipo que tiene la armada rusa, y destinados para labores de rescate de las tripulaciones de submarinos, se encuentra varado desde el jueves pasado en las aguas de la bahía Beriózovaya, a unos 75 kilómetros a sur del puerto Petro-Pávlovsk de Kamchatka, en el extremo oriente del país.
Según los expertos, las reservas de aire a bordo del batiscafo, tripulado por siete marinos, podrían agotarse ya en la tarde de hoy o, a más tardar, el lunes próximo.
Dentro del batiscafo AS-28, la temperatura es de apenas 5 grados centígrados, pero sus tripulantes están provistos de trajes térmicos.
El AS-28 entró en servicio en 1989, tiene una autonomía de navegación de 21 millas náuticas (poco más de 38 kilómetros), puede sumergirse hasta 1.000 metros de profundidad y mantenerse en estado de inmersión hasta 120 horas.
El aparato, de 13 metros de largo y 5,7 metros de alto, está dotado de un nudo de empalme que le permite acoplarse con la escotilla de los submarinos en las profundidades marinas y evacuar hasta veinte personas en cada viaje.
