La Policías y trabajadores municipales inspeccionan el sistema de alcantarillado de la plaza de Venecia en Roma. |
ROMA.- La Policía italiana ha aumentado en este período vacacional los controles para prevenir posibles atentados de terroristas internacionales, mientras hoy ha trascendido que en los últimos cuatro años este tipo de medidas ha dado como fruto la detención de 203 personas.
El ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, presentó hoy en Roma un informe sobre seguridad elaborado por su departamento mientras en toda Italia se refuerza la seguridad en torno a los objetivos considerados sensibles, como el Vaticano, edificios oficiales, aeropuertos, estaciones, embajadas y algunos destacados monumentos.
Roma y Milán son las ciudades que más preocupan al Ministerio del Interior, que dedica miles de agentes a la tareas de disuasión y protección. Así, en los aeropuertos de Fiumicino y Malpensa es posible ver policías y soldados con chalecos anti-balas y ametralladoras con láser en el punto de mira, con doble filtro de seguridad para algunos vuelos, en especial los destinados a Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña.
Edificios emblemáticos como el Coliseo de Roma o el Duomo (catedral) de Milán cuentan con detectores de metales, mientras que en algunas de las principales plazas de las ciudades italianas más turísticas pasean policías de paisano, con mochila y gorra incluidas para disimularse mejor.
En un documento del Ministerio del Interior conocido hoy menciona la existencia de 13.246 objetivos "sensibles", entre los que también hay cuarteles, plantas de energía e, incluso, las instalaciones que albergarán en febrero del año próximo los Juegos Olímpicos de invierno en Turín.
Temor por activistas islámicos radicales
El riesgo es que veteranos de la guerra de Irak trasladen al exterior el fanatismo y las tácticas terroristas que han utilizado en el conflicto. La preocupación es tal que en un reciente informe enviado al Parlamento italiano los servicios secretos advirtieron del peligro de que antiguos combatientes islámicos de Irak se desplacen a Europa para preparar atentados, y señalaron que tras los ataques de Londres el nivel de alarma en Italia es alto.
En este contexto el Parlamento italiano dio el visto bueno a finales de julio de un conjunto de medidas preparadas por Interior para incrementar la seguridad y dirigidas especialmente a controlar la comunidad de extranjeros en Italia. "Resultados más incisivos podrán obtenerse a partir de ahora gracias a esas normas", dijo hoy Pisanu, para quien los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos "han cambiado nuestra historia y han influido profundamente en las políticas de seguridad de los países occidentales".
Recordó la "trágica secuencia que une los atentados de Casablanca, Estambul, Madrid y Londres" y puso énfasis en la necesidad de una acción decidida contra las redes de terrorismo internacional. A este respecto recordó que desde septiembre de 2001 en Italia han sido detenidas 203 personas sospechosas de estar en relación con células terroristas.
El norte de Italia, con ciudades como Milán, Brescia y Cremona, se ha demostrado un foco de atracción para activistas islámicos radicales, aunque en Roma también se han llevado a cabo arrestos.
Uno de ellos, el más reciente, fue el de Hamdi Issac, etíope de veintisiete años al que la Justicia británica considera relacionado con los atentados fallidos en varias estaciones del metro londinense el 21 de julio y cuya extradición será debatida por un tribunal romano la semana que viene.
Pisanu afirmó hoy que aunque la búsqueda de resultados en breve plazo es importante no debe condicionar "los proyectos de amplio calado, para elevar el nivel de la seguridad".
La otra vertiente de preocupación es el terrorismo "nacional", con grupos como las Brigadas Rojas, que han sido golpeadas duramente en los últimos tiempos con diecisiete detenciones.
También existen pequeños movimientos de corte anarquista o de extrema izquierda, con casi un centenar de arrestos en los últimos cuatro años, pese a los cuales han realizado algunos actos violentos, saldados con daños materiales.
