BRASILIA.— Durante la madrugada de hoy arribó a Brasil, el Mandatario electo de Bolivia, Evo Morales, para reunirse al mediodía con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y autoridades del sector energético. Morales llegó proveniente de Sudáfrica, la penúltima etapa de una gira de diez días y que lo ha llevado por tres continentes.
El asesor del presidente brasileño para asuntos internacionales, Marco Aurelio García, dijo que el Morales "fue enfático" al ratificar que Bolivia no decretará expropiaciones de las empresas extranjeras que operan en su territorio.
García, quien estuvo presente en la reunión de ambos líderes, dijo que Lula y Morales habían conversado en general sobre cuestiones energéticas y que una comisión mixta binacional revisará todos los asuntos pendientes sobre contratos y acuerdos relativos al gas que tienen ambas naciones.
Lula hizo hincapié en recordar al electo Mandatario boliviano que el ente estatal brasileño Petrobrás había sido la única empresa extranjera que no cuestionó la nueva ley de hidrocarburos, por la que el estado boliviano se asegura un 50% de la producción en impuestos y regalías.
Evo Morales llegó en mangas de camisa al Palacio de Planalto e ingresó por una puerta lateral, pues mientras no asuma no puede recibir los honores normalmente reservados a jefes de estado y de gobierno.
De cualquier manera un grupo de 16 soldados del batallón Dragones de la Independencia formó un callejón por el que Morales y el vicepresidente electo, Álvaro García Linera, pasaron antes de ingresar al moderno edificio.
En la reunión estuvieron presentes, entre otras autoridades brasileñas, algunos ejecutivos de la empresa estatal Petrobrás. Tras el encuentro el Presidente brasileño invitó a sus visitas a participar de un almuerzo de camaradería.
