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Príncipes de Asturias bautizaron a su primogénita Leonor

El carácter íntimo y familiar marcó la ceremonia religiosa llevada a cabo en el palacio de La Zarzuela.

14 de Enero de 2006 | 10:23 | AFP
MADRID.- Los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, bautizaron en el palacio de La Zarzuela a su primogénita Leonor, en una ceremonia íntima y familiar, a la cual asistieron representantes de las altas instituciones del Estado, entre otras el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La ceremonia religiosa -de estricto carácter privado- estuvo oficiada por el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el mismo que un lluvioso 22 de mayo de 2004 casaba en la catedral madrileña de la Almudena al príncipe Felipe, heredero de la corona, con Letizia Ortiz, una ex periodista divorciada. Rouco estuvo asistido por el arzobispo castrense, Francisco Pérez González.

Visiblemente satisfechos y emocionados, los Reyes de España fueron por primera vez juntos los padrinos de uno de sus nietos.

Leonor -que nació por cesárea el 31 de octubre de 2005 en una clínica privada de Madrid- es la séptima nieta de los sobreranos españoles, después de los cuatro pequeños de la infanta Cristina y los dos de la infanta Elena.

El agua bendita vertida sobre la cabeza de la niña -que durmió gran parte de la ceremonia- procedía del río Jordán, recibida de los padres franciscanos que custodian los Santos Lugares.

Como es tradición en la familia real española, para que doña Leonor reciba las aguas bautismales se utilizó una pila del siglo XII de Snto Domingo de Guzmán en la que fueron bautizados su padre y sus tías de sangre azul, las infantas Elena y Cristina.

El papel institucional de la niña llamada a ser reina de España, hizo que este bautismo sobresaliera respecto a los demás nietos reales, por lo cual se convocaron a otras autoridades, además del presidente del Gobierno ya presente en otras ceremonias similares.

La ceremonia en la que la mayor parte de los asistentes provenían de la familia real o de la familia materna de la criatura, Ortiz Rocasolano, guardó en todo momento el pretendido cariz íntimo y familiar de la ceremonia, a pesar de una nutrida presencia oficial que incluyó a los presidentes del Congreso y del Senado, del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial, así como la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde de la capital de España.

Un centenar de personas, la mayor parte familiares, compartieron tras la ceremonia religiosa un aperitivo en las dependencias de la residencia de los Reyes. Un brindis por el futuro de Leonor, nombre consagrado en la historia de España que llevaron cinco reinas de Aragón, dos de Castilla y dos de Navarra.

La niña recién bautizada, que llevó el faldón con que también lo fueron todos los miembros de la familia real, es segunda en la línea sucesoria al trono de España detrás de su padre, pero para convertirse algún día en reina, deberá ser hija única, sólo tener hermanas, o mediante una reforma del artículo 57.1 de la Constitución que actualmente privilegia el acceso al trono de los varones.

El gobierno socialista se comprometió a impulsar la reforma, aunque esto podría intervenir hacia fines de la legislatura, es decir en 2008, pues para ello hay que disolver las Cortes Generales.

La histórica pila bautismal, de piedra blanca y adornos de plata, considerada una joya del románico, fue utilizada por primera vez para el bautismo del hijo de Felipe III en el siglo XVII, quien reinaría como Felipe IV antes de la llegada al trono de España de los borbones.

El bautizo de su hija fue para Letizia Ortiz la primera ceremonia oficial desde que interrumpió sus actividades para dar a luz y luego ocuparse de la lactancia de su niña.
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