BEIRUT.- El líder del grupo chií Hezbollá, el jeque Hasan Nasralá, amenazó hoy con que si continúan las ofensas al profeta Mahoma puede producirse un auténtico derramamiento de sangre.
"Ahora protestamos contra las ofensas a través de las palabras y las manifestaciones pero, si tenemos que escoger entre la humillación y la guerra, no escogeremos la humillación", advirtió el jeque Nasralá, ante centenares de miles de personas congregadas para la celebración de la Ashura, la festividad más importante del calendario chií.
Nasralá dijo que "no habrá compromisos hasta que no se reciban disculpas" e instó al Presidente estadounidense, George W. Bush, y a la secretaria de Estado, Condoleeza Rice, a "callarse" después de que ésta última acusara a Damasco y Teherán de explotar la cólera de los musulmanes tras la publicación de las viñetas.
"Muerte a los Estados Unidos", "Muerte a Israel" y "Profeta de Dios, estamos a tu servicio", coreaban los manifestantes, mientras hablaba el líder de Hezbollá, que instó al Parlamento europeo adoptar "una ley que prohíba los atentados contra las religiones y sus valores sagrados".
Además, el líder chií instó a los libaneses a dialogar, asumir sus responsabilidades, sentarse alrededor de una mesa para discutir todos los asuntos a fin de reforzar la paz civil y establecer buenas relaciones con Siria, independientemente de las investigaciones sobre la muerte del ex Primer Ministro Rafic Hariri.
Nasralá dijo que el Líbano necesita de "todos sus hijos" ya que "ninguna comunidad, cualquiera que sea su talla, puede ser ignorada".
El líder integrista pidió "disculpas" por los incidentes del domingo pasado en el barrio cristiano de Achrafieh, donde manifestantes encolerizados quemaron el consulado de Dinamarca, y atacaron iglesias, propiedades privadas, comercios, bancos y vehículos durante una protesta contra las viñetas.
Por otra parte, Nasralá instó al mundo árabe y musulmán a ser solidarios con los palestinos y sirios frente a las presiones internacionales, con el pueblo iraquí que trata de decidir su propio destino, y con Irán, que "tiene derecho a desarrollar sus capacidades entre ellas la nuclear".
