LONDRES.- El Gobierno laborista británico quiere poner a trabajar a los ocupantes de viviendas de protección social como condición para que se beneficien de sus bajos alquileres.
Así lo señala hoy la nueva ministra de la Vivienda, Caroline Flint, en declaraciones al diario “The Guardian,” quien se dice asombrada por las estadísticas sobre el índice de desempleo en ese tipo de hogares.
Más de la mitad de las personas en edad laboral que ocupan viviendas de protección social en el Reino Unido no tiene ningún trabajo remunerado, y casi uno de cada tres individuos del grupo de edad de menos de 25 años carece de empleo.
El Gobierno pretende que cualquiera que alquile una vivienda protegida se comprometa por escrito a buscar trabajo, condición que se extendería gradualmente también a quienes ya son inquilinos.
Es la primera vez, según se cree, que el Gobierno británico condiciona el alquiler de una vivienda de protección social al compromiso de buscar trabajo.
"Será un gran cambio de cultura con respecto a los tiempos en los que un ayuntamiento entregaba las llaves a alguien y se olvidaba de él durante treinta años,” explica la nueva ministra.
Según Flint, hay muchos indicios de que el hecho de ocupar una vivienda protegida actúa como factor de disuasión a la hora de buscar trabajo dado que esos acomodos constituyen grandes bolsas de desempleo y pobreza.