COPENHAGUE.- La Audiencia Nacional del Este de Dinamarca comenzó hoy el juicio entre el Estado danés y la comuna libre de Christiania para determinar si sus cerca de 800 habitantes pueden seguir viviendo en este asentamiento "hippie" de Copenhague.
El juicio llega después de 4 años de frustradas negociaciones entre las dos partes, que no pudieron ponerse de acuerdo sobre el futuro de estos antiguos barracones propiedad del Ministerio de Defensa ocupados desde 1971.
Los "christianitas" demandaron a la Agencia de la Propiedad Estatal para que los tribunales sancionen su irrevocable derecho de usufructo de este área de 34 hectáreas en el centro de Copenhague, reconocido parcialmente por el Gobierno en la década de 1980.
El Estado danés considera que ese derecho colectivo cesó en 2004, cuando se reformó la denominada Ley de Christiania con un plan de normalización aprobado por el Parlamento que incluía el derribo de un 30 por ciento de las viviendas, la aplicación de planes urbanísticos y la obligación de cambiar el régimen de propiedad.
Los "christianitas" pagan a la caja común de la "ciudad libre", como se le conoce popularmente, una cuota por el usufructo de su propiedad, aparte del abono de los servicios de luz, alumbrado y recogida de basuras a las arcas municipales.
Aunque el Gobierno había fijado el fin como tal de Christiania para el 1 de enero de 2006, se avino a negociar con los habitantes de la popular comuna, un reducto del espíritu de "mayo del 68" y el tercer lugar más visitado de Dinamarca.
La fundación Realdania aceptó en 2006 comprar toda la superficie edificable de Christiania y construir respetando su carácter de "experimento social", siempre que ambas partes llegaran a un acuerdo, algo que no ha sucedido, por lo que serán los tribunales los que determinen el futuro del asentamiento.
