MÉXICO.- Hiroshi Nohara, un japonés que sin razón alguna vivió durante 117 días en el Aeropuerto Internacional "Benito Juárez" de la ciudad de México, finalizó su particular estadía este lunes.
En entrevistas con medios mexicanos, Hiroshi -que no habla español- explicó que no quería salir del aeropuerto por sentirse "seguro". Pasaba sus días en el área de comida rápida, comía una hamburguesa al día, fumaba un cigarro y dormía en las sillas.
Las autoridades mexicanas no podían exigirle que se fuera, pues Hiroshi no estaba violando ninguna ley migratoria: tiene pasaporte, un boleto vigente de regreso a Japón y, además, ningún estatuto del aeropuerto le impide poder estar por un límite de tiempo.
Además, la ley migratoria mexicana permite a un extranjero permanecer en el país sin documentación extra por 180 días máximo.
De acuerdo con información de AP y portales de información mexicanos como Terra o Reforma, Hiroshi abandonó el aeropuerto porque fue buscado por una pariente lejana que vive en la capital de México.
La gente que sabía de Hiroshi por los medios, acudía cotidianamente a tomarse fotos con él y a pedirle un autógrafo.