TEGUCIGALPA.- El gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró hoy que no permite la entrada al país del derrocado Manuel Zelaya para evitar "conflictos internos" y aseguró que "en su momento" el gobernante podrá hacerlo, si es que desea entregarse a la justicia.
Las autoridades hondureñas que detentan el poder desde el pasado domingo, después de que los militares sacaran a Zelaya del poder por la fuerza, no dieron hoy permiso para ingresar al país a un avión que debía traer al depuesto mandatario a Tegucigalpa.
"Hemos insistido en que no queremos conflictos internos, aquí no se ha derramado una gota de sangre de ningún hondureño y esto (la llegada de Zelaya) podría tener como consecuencia eso", dijo Micheletti en conferencia de prensa.
Según el nuevo mandatario, "hay tiempo para reflexionar, para dialogar, para resolver estos problemas" y "en su momento (Zelaya) va a tomar la decisión de venir y entregarse al país normalmente para que podamos, para que puedan las autoridades que corresponda, decidir lo que es correcto hacer con el presidente Zelaya".
"A mí no me va a presionar nadie, yo he llegado aquí por sucesión institucional", dijo en otro momento de la conferencia, en la que reiteró, además, que Honduras tiene su "soberanía y aquí nadie nos va a venir a decir lo que los hondureños tenemos que hacer".
Preguntado sobre el permiso para que otros presidentes de la región, como la argentina Cristina Fernández de Kirchner, el paraguayo Fernando Lugo y el ecuatoriano Rafael Correa, entren en el país para acompañar a Zelaya, Micheletti señaló que tampoco van a ingresar en territorio hondureño.
"Aquí ni la presidenta Kirchner ni ningún otro presidente va a venir. Tenemos la soberanía, que todo el mundo tiene que respetar", aseveró.
No obstante, aclaró que esos gobernantes "no han solicitado la llegada" y que lo que recibió su Gobierno fue "una solicitud única (en la) que pidió sobrevolar nuestro territorio un avión militar de Ecuador".
Por otra parte, Micheletti criticó a la Organización de Estados Americanos (OEA) por mostrarse "muy disimulados" en otras ocasiones, al preguntar "qué ha pasado con los ciudadanos de Venezuela, qué ha pasado con los ciudadanos de Bolivia y Ecuador".