LA PAZ.- El Presidente de Bolivia, Evo Morales, ofreció hoy disculpas por sus declaraciones sobre la posibilidad de que la derecha vuelva a gobernar en Chile y que Santiago consideró como una "injerencia en asuntos internos".
"En ningún momento intenté interferir en asuntos internos ni políticos", manifestó Morales en una conferencia de prensa en La Paz, y lamentó el "malentendido" que provocaron sus declaraciones.
El Mandatario boliviano explicó que con esas afirmaciones, sólo intentaba explicar "las dificultades que soportó el pueblo boliviano" con las dictaduras y con los gobiernos neoliberales.
"Quiero, con mucho respeto y con mucha humildad al hermano pueblo argentino y al hermano pueblo chileno, a sus presidentas tan solidarias con mi Gobierno y con el pueblo boliviano (...), pedir disculpas", dijo el gobernante.
Morales emitió sus polémicos dichos en el marco de la presentación del libro "La democracia traicionada", escrito por uno de sus viceministros.
En esa oportunidad, Morales dijo sentirse preocupado por la posibilidad de que los "pinochetistas" en Chile ganen las elecciones de diciembre próximo.
"¿Qué pasaría -y para eso debemos estar preparados- si la línea de los 'pinochetistas' en Chile ganan las elecciones? Sería muy grave para la democracia latinoamericana, para Sudamérica", afirmó el Jefe de Estado.
Morales también se refirió a Argentina: "¿Qué pasa con la derecha fascista, racista, si vuelve a Argentina?".
Tras conocerse las declaraciones del Presidente boliviano, la Cancillería chilena emitió un comunicado oficial que consideraba los dichos como una intervención, rechazaba la injerencia de cualquier Estado en asuntos internos y señalaba que se expresaría al gobierno boliviano la opinión de Chile sobre el tema.
En este sentido, esta mañana el canciller chileno, Mariano Fernández, confirmó que, por medio de canales diplomáticos, Chile hizo ver a Bolivia la molestia que generaron las expresiones de Evo Morales.
"Nosotros somos estrictamente respetuosos de la no injerencia en asuntos externos de los otros Estados. No hacemos nunca comentarios de los procesos políticos en otras partes y no nos parece correcto que lo hagan sobre nosotros, particularmente cuando se trata de una democracia estable que en dos o tres meses más tiene que elegir su Presidente de la República", insistió el ministro chileno.
