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Carla Bruni confiesa que tras muerte de su padre entró "con cuerpo y alma en el psicoanálisis"

En un documental que será difundido en noviembre, la Primera Dama francesa calificó la terapia como un encuentro humano.

13 de Octubre de 2009 | 15:05 | AFP

PARÍS.- La Primera Dama de Francia, Carla Bruni Sarkozy, confesó en un documental que será difundido en noviembre por un canal de televisión regional francés sobre los famosos y la terapia, que tras la muerte de su padre "entró con cuerpo y alma en el psicoanálisis".


"Era completamente hermética al psicoanálisis. No lo conocía y pensaba que no tenía ninguna necesidad. Tuve una vida centrada en la acción y completamente fuera del psicoanálisis hasta los 28 años (...) Sentí una ruptura cuando murió mi padre y entré en el psicoanálisis con cuerpo y alma", explica Carla Bruni, de 41 años.


El documental titulado "La premiere seance" (La primera sesión) se difundirá el 7 de noviembre a las 15:25 horas locales (13:25 horas GMT) por el canal regional France 3 París Ile de France Centro y fue realizado por Gerard Miller, reconocido psicoanalista y animador de televisión en Francia.


En esa emisión, Carla Bruni, ex modelo y cantante, que se convirtió en Primera Dama de Francia en febrero de 2008, tras contraer matrimonio con el Presidente Nicolas Sarkozy, habla de las razones que hace ocho años la impulsaron a empezar una terapia.


Los entrevistados, entre éstos el diseñador Karl Lagerfeld, y actores y escritores franceses, responden a preguntas tales como ¿por qué comenzó una terapia? ¿qué ocurrió en la primera sesión? y ¿por qué siguió adelante?


Al referirse a la primera sesión de psicoanálisis, Carla Bruni, explica que al principio "había cierta indiferencia, como un aburrimiento mutuo".


"Era lo contrario de la persona con la cual hago análisis en la actualidad. Con él, la primera sesión fue incadescente. Tiene algo que ver con un corazón que late. Son dos personas que se encuentran, es un encuentro humano que en mi caso supuso un compromiso con el psicoanálisis", precisó.


"No me gusta estar recostada y hablar. Lo encuentro artificial. Y tengo la impresión de que es una farsa. Desde hace dos años, me siento frente a mi analista" y esa situación "me ayuda a hablar más libremente", aseguró.