COPENHAGUE.- Los presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, entre los primeros en llegar este miércoles a la cumbre sobre el clima de Copenhague, llamaron a abolir el sistema capitalista para salvar al planeta de los devastadores efectos del cambio climático.
"Los ricos están destruyendo el planeta, será que piensan irse para otro", ironizó Chávez desde la tribuna de la conferencia, acusando al sistema capitalista de "este desastroso panorama".
Subrayando la responsabilidad de los países industrializados en el calentamiento global, Chávez recordó que "el 7% de la población mundial es responsable del 50% de las emisiones" de gases de efecto invernadero y "el 50% más pobre es responsable de sólo 7% de esas emisiones".
"El cambio climático no es un problema de tecnología o de financiación", afirmó por su parte Morales, en referencia a las principales reivindicaciones de los países en vías de desarrollo.
"Es un problema de modelo de vida, es la causa del sistema capitalista, y si no entendemos esto seguramente nunca vamos a resolver estos problemas", afirmó junto a Chávez, a los países del ALBA en Copenhague.
Los pueblos indígenas "venimos de una cultura de la vida y el sistema occidental es una cultura de la muerte. En estos encuentros tenemos que decidir si estamos por la vida o por la muerte", lanzó el presidente boliviano.
Morales aseguró promover ante Naciones Unidas la adopción de una Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra, así como la creación de un tribunal de justicia climática, para que "los países con una industrialización irracional paguen su deuda" con las víctimas del calentamiento.
"Es un poco extraño" poner a Estados Unidos y China en el mismo nivel, consideró por su parte Chávez, en referencia a los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del planeta, bajo presión en Copenhague para que tomen decisiones ambiciosas que permitan el éxito de la negociación."
Estados Unidos tiene a penas 300 millones de habitantes y China, cinco veces más población. Estados Unidos consume más de 20 millones de barriles diarios de petróleo y China llega a penas a cinco o seis millones. No se puede pedir lo mismo a uno que a otro", consideró.