NYT
WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió ayer, martes, que los servicios de inteligencia contaban con información suficiente "para eventualmente desbaratar" el intento de atentado contra el vuelo de la aerolínea Delta entre Amsterdam y Detroit, ocurrido el 25 de diciembre pasado.
El Mandatario hizo declaraciones después de mantener una reunión de alto nivel en la Casa Blanca, con una veintena de sus más altos funcionarios, para tratar precisamente el atentado, que falló milagrosamente cuando el agresor no logró hacer estallar sus explosivos.
Según Obama, el intento de atentado dejó en evidencia fallas "inaceptables" en el sistema de seguridad norteamericano, empezando por la posibilidad de que un sospechoso de terrorismo pudiera subir a un avión con destino en un aeropuerto norteamericano.
Estados Unidos se enfrenta a "un desafío de máxima urgencia", dijo Obama, quien volvió a relacionar al atacante, el estudiante nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab, con el grupo fundamentalista Al Qaeda, considerado también responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra el Pentágono y las Torres Gemelas de Nueva York.
Obama añadió, en ese sentido, que "Al Qaeda no se va a detener por nada" en sus intentos por "lastimar" Estados Unidos.
El Presidente confirmó que las autoridades norteamericanas se preparan a implementar mayores medidas de seguridad en los aeropuertos, entre ellas el agregado de "más nombres" a las listas de personas con entrada prohibida a aviones que vuelen a territorio estadounidense.
También, dijo, se pondrán en actividad más "comisarios aéreos" a bordo de esos aviones y se reforzará la cooperación de seguridad e inteligencia con otros países.
