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Caracol marino se multiplica en Argentina y amenaza la actividad pesquera

El molusco se ha expandido lentamente por las costas trasandinas.

08 de Agosto de 2011 | 11:08 | Reuters

BUENOS AIRES.- Un resistente caracol marino oriental se está expandiendo lentamente sobre las costas de Argentina, lo que despertó temores entre los investigadores de que altere los ecosistemas locales y afecte la actividad pesquera.

Originario de China, el molusco "Rapana Venosa" habría llegado al país austral hace poco más de una década, en el agua de lastre de las decenas de barcos que diariamente llegan a los puertos de Argentina, y comenzó a alimentarse de especies clave de la cadena alimentaria marítima local.

"Ya está, el caracol asiático está acá, ya se estableció y no hay forma de sacarlo", dijo a Reuters Diego Giberto, biólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) especializado en el animal.

Sumamente adaptable y fértil, el gasterópodo fue descubierto por los científicos locales en 1998 en el Río de la Plata, que desemboca en el Océano Atlántico.

Desde entonces, su población se multiplicó y extendió por la costa de la provincia de Buenos Aires, acercándose a la ciudad de Mar del Plata, la capital argentina de la pesca.

Sin depredadores naturales en su nuevo hábitat, "Rapana Venosa" se alimenta fácilmente de las almejas, mejillones y ostras de la región, perfilándose como una amenaza para las poblaciones locales de esos bivalvos, así como para los peces que se alimentan de ellos.

"Si bien aún no hay datos para afirmarlo, teniendo en cuenta la velocidad a la que está creciendo y sobre lo que se alimenta, puede generar problemas en la pesca", dijo Giberto, que realiza sus estudios en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep).

Argentina es un importante proveedor mundial de alimentos y, aunque su fuerte son las exportaciones agropecuarias, en el 2010 vendió al exterior pescados y mariscos por cerca de 1.200 millones de dólares, según cifras oficiales.

Silencioso, el caracol asiático también se está extendiendo hacia las costas de Uruguay, donde la Universidad de la República publicó afiches de recompensa -al estilo del "lejano oeste" estadounidense- en los que se ofrecía 1 peso por cada ejemplar que se entregara, vivo o muerto.

El caracol -un huésped indeseado también en Italia, Francia y Estados Unidos- hizo colapsar varias pesquerías de mejillones y ostras en el Mar Negro, donde, forzados por los cambios, los pescadores comenzaron a explotarlo y venderlo a Asia, donde es consumido como alimento.

"La pesca artesanal es una de las ideas que estamos desarrollando" para explotarlo, dijo Giberto, que explicó que el Inidep está realizando pruebas de trampas para el caracol tanto en el Río de la Plata como en la costa marítima argentina.

"Es una alternativa para los pescadores", dijo el investigador, que agregó que la especie ya se estableció en la región y que será más fácil convivir con ella que erradicarla.

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