Bjarni Benediktsson, abanderado de la colectividad de derecha que obtiene el triunfo en las elecciones islandesas, en el momento en que emitió su voto.
AFPREIKIAVIK.- Luego del espectacular vuelco político evidenciado en los resultados de las elecciones legislativas efectuadas este sábado en Islandia, el abanderado de la oposición de derecha, Bjarni Benediktsson, reivindicó el puesto de Primer Ministro de ese país.
"El Partido de la Independencia es convocado a sus responsabilidades", dijo Benediktsson ante sus simpatizantes.
El dirigente afirmó que está dispuesto a dirigir un gobierno de coalición.
Según las proyecciones del canal de televisión pública RUV, el partido de Benediktsson necesitará un socio para conseguir la mayoría absoluta en el Parlamento.
De los 63 escaños, el Partido de la Independencia tendría 21, delante del Partido del Progreso (centrista y agrario), que tendría 18.
Ambas colectividades están acostumbrados a gobernar juntos y presidieron la liberalización del sector financiero realizada en la década de 2000.
El experimento terminó, según sus críticos, con la hipertrofia y la consiguiente quiebra de los bancos del país, lo que incidió en la crisis de 2008.
El gobierno de la actual Primera Ministra Johanna Sigurdardottir (quien no fue a la reelección) asumió el poder el año siguiente y lo conservó hasta la derrota de este sábado.
Desplome de la centroizquierda
En los recuentos realizados hasta ahora, conservadores y centroderechistas recibían 48,5% de respaldo en las elecciones legislativa. La coalición de centroizquierda gobernante se derrumbó y conseguía apenas 25% de los votos.
De esta manera, los socialdemócratas y la izquierda verde perdieron la mitad de los escaños que tenían en el Parlamento en Reikiavik.
Benediktsson, 43 años, presidente del Partido de la Independencia desde 2009, superó un inicio de campaña difícil y disensiones internas.
Tras su claro triunfo, es probable que la oposición ahora busque frenar el planeado ingreso a la Unión Europea (UE) de este país insular situado en el Atlántico Norte.
Cansancio de electores
Islandia llamó la atención internacional tras la crisis de 2008 debido a la audaz fórmula que adoptaron sus autoridades para escapar de sus consecuencias.
"Decidimos dejar que los bancos fueran a quiebra", declaró el Presidente de ese país, Olafur Grimsson, a principios de este año.
No obstante, ahora los electores parecen haber dado la espalda a la coalición de centroizquierda liderada hasta ahora por la Primera Ministra, Johanna Sigurdardottir, quien no va a la reelección.
La agrupación actualmente en el poder no ha podido hasta ahora transformar la buena situación que vive el país, con una cesantía inferior a 6% y una economía que crece a tasas superiores al 2%.
Según apuntan analistas, las medidas de austeridad introducidas por socialdemócratas y verdes desde 2009 para estabilizar la situación mantienen a muchos ciudadanos muy endeudados.
El mal resultado de la coalición gobernante se debe, en gran parte, a la insatisfacción de muchos habitantes por el reparto de las cargas tras el colapso bancario.