QUITO.- Con varios detenidos y heridos terminaron las marchas en las ciudades ecuatorianas de Quito y Cuenca convocadas por agrupaciones indígenas a favor de una consulta popular para impedir el inicio de la extracción petrolera en el Parque Yasuní.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), su filial Ecuarunari, con apoyo de la Unión General de Trabajadores (UGT) y grupos ecologistas organizaron las marchas, que en Quito registraron incidentes violentos.
Varias personas resultaron heridas con balas de goma tras romper un cerco policial alrededor del palacio de Gobierno, adonde intentaban llegar centenares de manifestantes.
El dirigente indígena Carlos Pérez indicó que la medida no buscaba "desestabilizar al gobierno sino al modelo extractivista" y que tampoco pretendían cerrar carreteras.
Cuatro dirigentes indígenas, entre ellos el vicepresidente de la CONAIE, Marco Guatemal, fueron detenidos varias horas en un regimiento policial hasta ser liberados en la noche.
Mientras se registraban estos disturbios en Quito, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, se mostraba confiado en obtener respaldo en las urnas para iniciar la extracción de crudo en Yasuní en declaraciones a periodistas en la ciudad de Guayaquil.
"Tendremos el enorme respaldo del pueblo ecuatoriano", señaló y aseguró que los nuevos recursos económicos por el petróleo serán invertidos en la población pobre. "Queremos naturaleza, pero sin pobreza", expresó.
La consulta popular es impulsada por grupos juveniles, indígenas y ecologistas que plantearon ya a la Corte Constitucional una petición orientada a dejar sin efecto la extracción de crudo en Yasuní.
Mientras, el Ejecutivo solicitó ya a la Asamblea Nacional autorización para comenzar las tareas petroleras en el Parque Yasuní, una de las zonas más ricas en biodiversidad del hemisferio occidental.
Correa anunció hace 12 días el fin de su propuesta ecológica "Yasuní ITT", que buscaba dejar bajo tierra los 960 millones de barriles de petróleo que se estima existen en esa región como contribución a la lucha contra el cambio climático, a cambio de compensaciones económicas. Sin embargo, solamente se consiguió recaudar el 0,37% de los 3.600 millones de dólares a los que aspiraba el gobierno, por lo que el Mandatario decidió anular al proyecto.