MADRID.- El mundo de la cultura española lamentó hoy la muerte de Francisco Javier Sáenz de Oíza, uno de los arquitectos más importantes del siglo XX en España, fallecido ayer en su domicilio de Madrid a los 81 años de edad.
Nacido en 1918 en Caseda (Navarra, norte de España), Sáenz de Oíza es autor de obras mundialmente reconocidas, como el edificio "Torres Blancas", galardonado con el premio a la Excelencia Europea de 1974, o la sede del Banco de Bilbao, ambas en Madrid.
Galardonado en 1993 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, también es autor de obras que suscitaron el rechazo y la protesta vecinal, como el edificio de viviendas sociales situado junto a M-30, la autopista de circunvalación de la capital española.
La muerte de Sáenz de Oíza, se unió ayer a la otro destacado Premio Príncipe de Asturias, el poeta gallego José Angel Valente, fallecido en Ginebra a los 71 años tras una larga enfermedad.
Casado y con siete hijos, cuatro de los cuales siguieron sus pasos, Sáenz de Oíza era considerado un hombre culto y humanista que se consideraba a si mismo "un mal arquitecto".
Profesor en la Escuela de Arquitectura de Madrid, enseño a varias generaciones de arquitectos españoles, entre ellos a Rafael Moneo, quien ayer se refirió a Sáenz de Oíza como el gran referente de la arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX.
La Fundación Príncipe de Asturias recordó hoy su figura y la razón por la que fue galardonado con este prestigioso premio en 1993: "en reconocimiento a una larga trayectoria como arquitecto sin sujetarse a más códigos que los de su propia subjetividad".
