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“Yo hice ''Corazón Partío'': si lo copio, perdonen” (27/8/2000)

27 de Agosto de 2000 | 00:00 |
El autor de mayor éxito de la historia de la música española publicará “El alma al aire” y, sin perder el sentido del humor, defiende su derecho a conservar su estilo. “¿Autocopiar? Que me expliquen esa palabra”, desafía.


Por David Ponce

Alejandro Sanz hizo un par de cosas incorrectas en el último tiempo. Su nuevo disco incluye una canción titulada “Buenos Aires”, garantía del posible despecho de sus fans de otras capitales, y acaba de vender dos de sus melodías, entre ellas el éxito “Corazón partío”, para el reciente álbum del zar del pop corporativo hispano, Julio Iglesias.

Para Sanz son sólo dos motivos más para ejercitar a sus 31 años su risa de chiquillo andaluz. “Te juro: hacer una canción a Buenos Aires y dar otra a Julio Iglesias es prácticamente lo mismo”, dice, arrellanado en un sillón de su casa en Miami. “El efecto que produce y el motivo por el cual hago ese tipo de cosas es el mismo”.

- ¿Provocar?

“Hombre, qué provocar. Ejercer mi derecho a hacer lo que me dé la gana, ¿no?... Al final he sido mucho más atrevido que Julio. El debería haberse atrevido a hacer una versión más ‘Hey’”, sonríe.

- ¿Atrevido, Julio Iglesias?

“Hombre, es un atrevido, Julio Iglesias. Por supuesto”, susurra, más serio. “¿No te parece?”

- Su música no tanto...

“Pues a mí sí me parece atrevidísimo todo ese glamour...”, discrepa, y otra carcajada deja ver la posibilidad de que Alejandro Sanz está tomando el pelo a su interlocutor. No será la última vez. El cantante español está a sus anchas en casa, terminando de grabar su sexto disco, “El alma al aire”, que será publicado el 26 de septiembre, y trabajando por primera vez en esta ciudad. “Miami es una sala de operaciones”, comenta. “Totalmente aséptica”.

- No te van a entregar las llaves de la ciudad después de eso.

“No importa. Las tiene todo el mundo ya”.

- Siempre sorteas España para grabar: Londres, Italia, Miami...

“Es que en España es imposible, está la familia, los amigos. Tienes que estar concentrado para grabar un disco. De hecho el próximo lo voy a grabar en casa. Los estudios de grabación no me gustan, los hacen como oficinas, macho. Además son tan oscuros. Parece que estuvieras planeando un asesinato. Bueno, en algunos casos se han cometido crímenes horribles en ellos”.

Si ha habido crímenes en la carrera de Alejandro Sanz, que a la fecha suma cinco discos, el próximo podrá servir de atenuante. “El alma al aire”, incluye algunas canciones en la misma estupenda veta de “Corazón partío” y varias baladas que hablan metafóricamente de desnudez.

“Entre ese límite y el ridículo hay un paso”, dice. “Hay que hacer caligrafía para escribir. Yo escribo con muchos errores, pero me encantan y ayudan mucho”.

- ¿Con estas canciones no te aburren cosas viejas como “Si tú me miras” o “La fuerza del corazón”?

“Es que entonces no me aburrían. Ahora no voy a cantarlas, la vida pasa y claro, el tío que escribió “Pisando fuerte” ya no existe”.

En “El alma al aire” el flamenco sigue siendo un sentimiento para Alejandro Sanz. “Es precisamente lo que hace diferente a un músico de otro: las raíces que tengas”, dice. “En ti está dejarlas salir o intentar vender más discos. Hay muchos que en verdad no hacen música: son los reyes de la promoción”.

- Tú estás en el mismo negocio.

“Sí, pero soy la otra opción. Y mucha gente ha tomado esa opción, ser feliz con la música que te gusta. Soy así y no puedo cambiar. Nadie se atreve a decirme que haga algo mas fácil o asequible porque me voy a mi casa y se acabó”.

- Tampoco tienes que hacer la defensa del artista incomprendido. La canción más flamenca que has hecho fue también las más vendida.

“Por eso estoy más feliz todavía. No soy el músico incomprendido. Soy el músico comprendido”.

Más de dos millones de copias sólo en Europa facturó “Más” (1998), el disco más vendido de la historia de la música española, que incluía “Corazón partío” junto a otros éxitos como “Y ¿si fuera ella?” o “La margarita dijo no”.

“Soy muy sibarita y me gusta vivir”, admite Sanz. “Pero lo mejor que te puede dar el dinero es que no te importe. Algunos compañeros me dicen que tienen aviones y que hay que invertir. Yo quiero un buen vino, un buen piano, pero si me pongo a invertir dejo de hacer música. Si yo odio la matemática, macho. Odio contar”.

- Después de “Corazón partío” tenías dos opciones: no repetir la fórmula o no desdeñar la oportunidad de seguir explotándola.

“He optado por lo segundo. “El alma al aire” es la continuidad. Me da igual lo que dicen”, dice, sin temor a uno de sus vocablos favoritos: autocopiar. “Esa es una palabra que por favor me la expliquen. Se está autocopiando. Cómo. Esa canción la hice yo, es algo que yo inventé. Si me la autocopio que me perdonen, sabes”.

David Ponce, enviado especial." "El Padrino y el Barroco

Por algún motivo, Sanz es ahijado de Manuel Alejandro, el hombre que escribió glorias como “Yo soy aquel”, “Qué sabe nadie”, “Tengo mucho que aprender de ti” o “Lo mejor de tu vida”, para gente como Raphael, Emmanuel o Julio Iglesias.

Con el ahijado el vínculo ha sido menos feliz: tras ignorarlo toda la vida, Manuel Alejandro se le acercó recién en los últimos años, dice. “Y para que grabáramos un disco. La verdad no le guardo ningún rencor. Quiero guardárselo”, ríe Sanz. “Pero no puedo”.

- ¿Cómo se consigue ser ahijado de Manuel Alejandro?

“No sería por mis influencias de entonces. Es amigo de mi padre. Es un personaje que incluso encuentro entrañable, pero me jode la actitud de cuando intento buscarlo en un momento dado y él dice éste es uno de esos ahijados que me salen”.

- Sí respetas sus canciones.

“Hombre, claro”, dice, con solemnidad. “Como respeto el refranero español, más o menos”.

- ...

“O sea, nada. El refranero español es el atraso más grande que existe. ¿Tú crees que se le puede decir a la gente ‘A quien madruga Dios le ayuda’? Es una gilipollez. Además el refranero español lo hicieron todos los escritores fascistas de la época. Y si no eran curas. Peor”.

- Has dicho que hay algo de barroco en tu nuevo disco.

“A mí me encanta el barroco. Yo creo que los barrocos fueron los que inventaron el pop”, dice, sin siquiera citar a Haendel ni Bach: “Albinoni y Pachelbel inventaron el pop. Tú agarras las armonías de ellos y ves que los Beatles segurísimo que escuchaban a Albinoni y Pachelbel”.

- Habría que darles un grammy honorífico o algo.

“Sí, seguro. Ahora no, pero dentro de unos años. Porque todavía están recientes”.

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