BOLZANO, Italia.- La momia más antigua del mundo, el hombre de los hielos italiano conocido como Otzi, fue descongelada el lunes para permitir a los científicos tomar muestras con las que esperan descubrir más datos sobre este habitante de los Alpes de hace 5.300 años.
Dos montañistas encontraron a Otzi sobresaliendo de un glaciar hace nueve años en los Alpes de Otztaler, en la frontera entre Italia y Austria. Se había momificado por congelación a 3.000 metros sobre el nivel del mar.
La momia, un cuerpo de aspecto correoso al que cariñosamente se llamó Otzi por el valle en el que fue descubierta, estuvo conservada en condiciones que reproducen el ambiente natural en el que fue hallada, con una temperatura constante de seis grados centígrados bajo cero.
Sin embargo, el domingo los científicos pusieron en marcha un calefactor para reducir la temperatura hasta dos grados centígrados, lo que permitió a un grupo de expertos de varias disciplinas tomar muestras el lunes, en las primeras pruebas tras las realizadas tras descubrirse a Otzi en 1991.
El profesor Peter Vanezis, un científico forense de Glasgow, Escocia, quiere descubrir cómo murió el hombre de los hielos.
La hipótesis más barajada es que se trataba de un pastor que se refugió de una tormenta de nieve y murió de frío, pero la causa exacta de su fallecimiento nunca ha sido establecida con claridad.
Vanezis dijo a Reuters que había tomado varias muestras de la piel y del tejido graso de la espalda y el torso del cadáver. Piensa analizar los depósitos de hierro y demostrar dónde se concentraba la sangre en el cuerpo de Otzi cuando murió, lo que podría indicar si estaba apoyado sobre su parte frontal o sobre su espalda.
"No nos dirá exactamente cómo murió, pero nos puede dar una pista sobre qué tipo de muerte fue -dijo-. Si murió de muerte natural y fue llevado hasta allí y sencillamente se quedó sobre su espalda, o si murió accidentalmente y se cayó hacia adelante y no se movió", explicó.
Otros científicos quieren comparar el ADN de Otzi con el de otros restos prehistóricos hallados en la región para crear un banco genético de la zona.
En otro proyecto, se pretende también analizar muestras del estómago y estudiar el ADN de los microorganismos que estuvieron en su intestino, lo que podría dar información sobre la dieta de Otzi y saber más sobre los procesos de momificación natural.
