SANTIAGO.- El nuevo presidente de la organización mundial de autores, el español Eduardo Bautista, anunció que en los próximos dos años trabajará para que el valor de los creadores no se empobrezca, "porque la buena creación -dijo- es cuestión de talento, no de hambre".
"Es cierto que Mozart está enterrado en una fosa común y que Toulouse Lautrec murió en la indigencia, pero no creo que si hubiese sido rico hubiese pintado peor, ni Mozart habría hecho peor música", declaró en una entrevista con EFE.
"Teddy" Bautista, como se le conoce en el mundo de la música, fue elegido ayer, miércoles, presidente del buró ejecutivo de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (Cisac) durante la jornada de clausura del 42° congreso de esta organización, celebrado en la capital chilena.
"Yo sé que el hambre estimula, pero estimula sobre todo la capacidad de supervivencia. El momento de la creación sigue otras reglas", afirmó el primer representante de un país hispanohablante que se convierte en el máximo responsable de la organización que agrupa a tres millones de creadores de 95 países.
Bautista considera que "al público le gusta percibir al creador como un perdedor en busca de su oportunidad y por eso prefiere comprar un disco o un libro de alguien a quien descubre y ayuda a pasar la barrera entre el desconocimiento y la fama".
La Cisac es el organismo que agrupa a los cineastas, dramaturgos, compositores, escritores, artistas plásticos y coreógrafos de todo el mundo y, según su presidente, "no hay nada parecido ni alternativo a esta organización".
"Si el creador del tercer milenio maneja bien sus herramientas asistiremos a un segundo Renacimiento", enfatizó Eduardo Bautista, para quien su principal reto es conseguir que los creadores se sometan a una suerte de "alfabetización" que les permita dominar la tecnología y desarrollar capacidad de gestión.
"Eso es lo que me va a tocar hacer a mí", señaló el nuevo presidente de la Cisac, quien afirmó con orgullo que la experiencia que ha acumulado en los 17 años que lleva como presidente de la Sociedad General de Autores de España le va a ser de gran utilidad.
"A principios de los '80 parecía un organismo del siglo 19, pero superó ese retraso y ahora está dos o tres años por delante de la media. Nuestro modelo de gestión es muy novedoso, incluso lo copian japoneses, alemanes y estadounidenses", subrayó.
En opinión de Bautista, el valor estratégico de la propiedad intelectual "es de tal calibre, que ahora no lo gestionan los creadores, sino las empresas financieras, los gobiernos y los grandes operadores de comunicación".
"Yo no me fío de ellos en absoluto. Estamos constantemente en estado de alerta porque pretenden utilizar ese valor para sus beneficios".
El nuevo responsable de la Cisac considera que este organismo debe profundizar en el diálogo con los poderes públicos para evitar que el criterio de las grandes corporaciones se imponga sobre el de los creadores, a la vez que trazó un panorama halagúeño para la creación en América Latina.
"Los países de economías emergentes, como son los latinoamericanos, tienen un bloque de creadores tan beligerante que podrían achicar la distancia con los de países desarrollados", y un ejemplo de ello es Chile, dijo.
"Este es un país que tiene unos estadistas y economistas reconocidos internacionalmente, pero el Chile que nosotros hemos aprendido a conocer -recalcó- es el de Pablo Neruda, el de Violeta Parra, el de Víctor Jara, ese es el Chile universal".
En cuanto a España, considera que la situación es buena, "ma non tropo".
"El Estado empieza a replegarse para trasladar a la sociedad civil más facultades y más autonomía, y el rol de una organización como la nuestra es vigilar que en este proceso no se devalúe el papel de la cultura, de la creación".
Según el presidente de la Cisac, "hay que trabajar con el capital privado para que mantenga el flujo de inversión en la cultura, y con los poderes públicos para que, antes de retirarse, doten de infraestructuras a todo este gran mundo de la industria del entretenimiento".
"Y por supuesto hay que trabajar con el público, que al fin y al cabo es el mercado, para conocer sus tendencias", añadió.
Bautista rechaza que la protección de los derechos e intereses de los autores dificulte la difusión universal de la cultura.
"No es bueno que un muchacho sin mucho dinero se baje gratis de Internet el último disco de Metallica -explicó-, de la misma manera que no es bueno que cuando tenga hambre pase por delante de una frutería, coja una manzana y le pegue cuatro mordiscos".
"Vivimos en una economía de mercado y las cosas tienen precio. Unas las da el Estado y otras las compramos. Si consumir música es un elemento necesario para el ser humano, pues que el Estado nos pague a los autores lo mismo que les paga a los maestros".