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Príncipe Carlos no descartó matrimonio con Camilla Parker-Bowles

No obstante, una posible boda del príncipe de Gales tendría que sortear numerosos obstáculos, entre ellos el permiso de su madre, la Reina Isabel II.

07 de Julio de 2001 | 11:24 | EFE
LONDRES.- Las conjeturas sobre los planes futuros del príncipe Carlos de Inglaterra se han desatado después de que el heredero de la Corona británica no haya descartado una posible boda con Camilla Parker-Bowles.

Hasta ahora, el príncipe de Gales se limitaba a remitirse a un comunicado del palacio de Buckingham, en el que se afirmaba que "Su Alteza Real no tiene intención de volver a casarse".

Sin embargo, la entrevista que publica hoy el periódico "The Daily Mail" parece formar parte de una estrategia muy sutil para lograr que el público británico, muy reacio hace unos años a la relación del príncipe, acabe aceptando a Camilla.

En la entrevista, el príncipe responde a la pregunta sobre unos posibles segundos esponsales: "¿Quién sabe si seguiré vivo mañana? ¿Quién sabe cuáles son los designios del Señor? No se puede estar seguro de nada".

"No sé. Creo que es importante, en particular a medida que uno envejece, pensar en el viaje que viene a continuación", explica el príncipe.

Se trata de la primera ocasión en la que se refiere de modo específico a su relación con Camilla desde que hace siete años admitió públicamente que había cometido adulterio durante su matrimonio con la princesa Diana de Gales.

Las declaraciones del heredero de la Corona británica se producen apenas días después de que se le fotografiara por primera vez besando a Camilla en público, en una fiesta en honor de ella celebrada en el centro de Londres.

Se trata de una situación impensable hace apenas tres años, cuando los británicos vivían aún el duelo por la muerte de la ex esposa de Carlos, Diana de Gales, y Camilla Parker-Bowles estaba considerada como una de las personalidades menos populares del país.

Pero en enero de 1999, la pareja finalmente apareció por primera vez junta en público, a la salida del hotel Ritz de Londres, donde habían asistido a la fiesta de cumpleaños de una hermana de Camilla.

Desde entonces, poco a poco, el público se ha acostumbrado a ver a Camilla al lado del príncipe. El momento culmen, quizás, se produjo en junio del 2000, cuando la Reina Isabel II finalmente consintió en asistir a una fiesta en la que también estaba presente la amiga de su hijo mayor.

Una portavoz del palacio de Saint James, residencia oficial de Carlos de Inglaterra, negó hoy que las declaraciones del príncipe supongan un cambio de posición. "Interpretamos que dice: 'no voy a hablar sobre eso o sobre el futuro, que es algo que desconocemos'".

Una posible boda entre Carlos y Camilla tendría que salvar aún numerosas dificultades, en especial el hecho de que la amiga del príncipe está divorciada y la Iglesia de Inglaterra no acepta el matrimonio eclesiástico para personas en este caso.

El experto constitucional lord Blake, por su parte, apunta que, para poder casarse con Camilla, el heredero de la Corona necesitaría el permiso de la soberana "y no sé si ella se lo daría".

"El otro problema es que si hubiera matrimonio, Camilla tendría automáticamente el título de princesa de Gales. No estoy seguro de si el público, que en última instancia es de quien depende la monarquía, aceptaría a Camilla como princesa de Gales", agregó.

Por su parte, el obispo anglicano de Liverpool, James Jones, apuntó que "no hay ninguna familia que no se haya visto afectada por el divorcio y muchos darían la bienvenida a las intenciones de Carlos, al tiempo que dudarían acerca de cualquier posible papel constitucional de la señora Parker-Bowles".

En la entrevista, concedida para celebrar el 25 aniversario de la fundación benéfica que lleva su nombre, el príncipe de Gales expresa su deseo de que se deje a Diana descansar en paz, cuatro años después de su muerte en un accidente de tráfico en París.

"Lo cierto es que a los niños (sus hijos Guillermo, de 19 años, y Enrique, de 16) les preocupa el modo en que se la trata", explica, antes de añadir que "debe de ser bastante difícil para ellos, creo. Ojalá la gente la dejara descansar en paz sin todos estos recuerdos constantes".

EL príncipe describe también su estrecha relación con sus hijos y afirma que nunca ha tratado de ser un padre autoritario. "Puedes intentar imponer normas y reglamentos, pero no siempre funciona. Trato de tomarles el pelo antes de que ellos me lo arranquen de raíz. Soy un gran creyente en el poder de la broma".
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