BUENOS AIRES.- La lujosa edición del libro inédito de Pablo Neruda y Matilde Urrutia titulado "da a las flores de Datitla", es una amalgama de poesía escrita por el vate chileno y de hojas y flores recogidas por su entonces amante, en las agrestes playas uruguayas de Atlántida.
Neruda había comprado allí una casa para vivir su amor clandestino con Matilde, y este libro que relata un trozo de este tiempo compartido es una pequeña obra de arte numerada y de edición limitada, a un costo de 152 dólares.
El libro fue presentado en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, donde el actor Jorge Marrale leyó algunos versos y estuvo presente el ahijado del poeta Neruda, el arquitecto Ramiro Insunza, que durante ocho años peregrinó por editoriales para conseguir la publicación de la obra.
El libro estará en la calle el 23 de septiembre, cuando se cumplan 30 años de la muerte de Neruda.
La Fundación Neruda no considera esta "Oda a las flores de Datitla" como parte de las Obras Completas del vate, como se le llama en Chile.
Fue la chilena Corporación Sintesys, que preside Alejandro Malpartida y dedicada a descubrir proyectos donde se aúnan el arte y la ciencia, la que se interesó por la edición de esta solitaria obra.
La publicación consta de 2000 ejemplares numerados, que se distribuirán en Argentina, Uruguay, Chile, México y España. Se vende sólo por Internet, en el sitio de la editora.
El amor de Neruda y Urrutia había nacido en México. Ella era su secretaria cuando el poeta vivió en el país azteca a fines de los años 40. Pero no se atrevieron a hacer pública su pasión hasta algún tiempo después, según el relato entusiasta de Insunza en el acto.
Los primeros 100 ejemplares publicados en Chile, con preciosismo en la caligrafía de Neruda ya que los versos son manuscritos, tienen un costo de 590 dólares.
"Pablo y Matilde juntaban hojitas, ramas, flores y otros vegetales, y él iba escribiendo los versos que esa naturaleza le inspiraba. Neruda siempre tuvo esa idea de fusionar la naturaleza con la poesía. Con ese objetivo creó el proyecto Cantalao (una licencia lingüística del poeta, porque la palabra no existe) para que allí se unieran a crear artistas y científicos, pero nunca prosperó", relató Insunza.