"Oliver Stone es un loco y su película es una mentira"
El tecladista y mitad creativa de The Doors se presentará en Santiago con el proyecto The Doors of the 21st Century.

Ray Manzarek (primero desde la izq.) vendrá a Chile junto al vocalista de The Cult, Ian Astbury (al medio), y otro sobreviviente de The Doors, el guitarrista Robbie Krieger. Foto:AP
Claudio Vergara 20/10/2004
No desplegaron el catálogo de Lennon y McCartney, ni alcanzaron a soportar cuatro décadas de amistad, como Mick Jagger y Keith Richards. Pero Jim Morrison y Ray Manzarek construyeron el núcleo creativo de The Doors y entre ambos conciliaron los arrebatos etílicos del vocalista con el hambre intelectual del tecladista. Desde Los Angeles, Manzarek apela a figuras míticas: "Yo aporté el sentido apolíneo del orden a un Jim que se dejaba arrastrar por la locura dionisíaca". Y así fue.
Cuando Morrison murió en 1971, en París, su compañero guardó tres décadas de luto, hasta que en 2001 decidió remodelar la leyenda y contactó al guitarrista Robbie Krieger y al baterista John Densmore. A la reunificación invitaron al vocalista de la banda inglesa The Cult, Ian Astbury, e impulsaron un regreso a los escenarios perpetuado hasta hoy. Y con nuevo nombre: The Doors of the 21st Century.
La operación retorno incluirá el 26 de octubre un paso por el Velódromo del Estadio Nacional que no contará con Densmore debido a conflictos legales. Manzarek revela: "Los problemas con él ya los solucionamos, sólo que ahora tiene una enfermedad en los oídos y no puede tocar rock and roll. Es por una cuestión de respeto a The Doors".
Y respeto es lo que Manzarek más guarda por Morrison. Con una amistad cimentada en 1965 en la escuela de cine de la Universidad de Los Angeles, el músico recalca que la imagen inmortalizada por Morrison es casi una caricatura: "Era un trabajador, un poeta interesado en el chamanismo y el budismo, pero jamás fue un loco o un borracho".
Manzarek achaca esa imagen a la cinta "The Doors" (1991), de Oliver Stone, donde Morrison luce como un frontman sediento de erotismo y ritos indígenas. "Eso no es real. El loco es Stone y el se quiere ver reflejado ahí. A ninguno de nosotros nos gustó esa película, es una mentira", reclama.
Para equiparar mitos, Manzarek sólo esboza que los últimos días de Morrison fueron tristes y solitarios, y se lamenta de nunca haberlo visto en París tras la grabación del disco "L.A Woman" (1971): "Fue lamentable no verlo, porque estaba muy cansado".
Como tributo, el tecladista anuncia nuevo trabajo de The Doors of the 21st Century para 2005 y un show en Santiago que recorrerá 15 clásicos, abriendo con "Riders on the storm" y cerrando con "The end".
El nuevo Jim
Al trío sobreviviente le costó fichar al reemplazo de Morrison. En 1993 se presentaron con el vocalista de Pearl Jam, Eddie Vedder, en un show para el Rock and Roll Hall of Fame: "Pero estaba muy ocupado con Pearl Jam y no podía dedicarse de lleno", aclara Manzarek. Hacia 2000, el tecladista contactó al líder de The Cult, Ian Astbury, quien no sólo luce un parecido físico al "Rey Lagarto", sino que tiene un registro grave y desgarrado muy similar. "Fue lejos lo mejor que encontramos", recalca Manzarek.
IRREMPLAZABLE
TRAS LA MUERTE de Morrison, The Doors lanzó dos discos sin éxito: "Other Voices" y "Full Circle". "Ahí decidimos parar", dice Manzarek.