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Londres celebra el arte perdido y la voz irrepetible de los "castrati"

Titulada "Haendel y los castrati", la muestra incluye algunos de los instrumentos quirúrgicos utilizados para obtener esas voces tiernas, ágiles y estupendas, que fueron las más adoradas y aplaudidas de esa época.

28 de Marzo de 2006 | 13:36 | AFP
Farinelli
Retrato de Carlo Broschi, "Farinelli", el más famoso de los castrati (Foto: EFE).
castratori
En la exhibición están presentes los castratori, los instrumentos usados para emascular a los niños (Foto: AFP).
LONDRES.- Londres rinde homenaje a los castrati, cuyas voces sublimes e irrepetibles eran producidas por la castración del cantante antes de la pubertad, en una exposición que abre sus puertas el miércoles en la Casa Museo Haendel de la capital británica.

Titulada "Haendel y los castrati", la muestra incluye algunos de los instrumentos quirúrgicos utilizados para obtener esas voces tiernas, ágiles y estupendas, que fueron las más adoradas y aplaudidas de esa época.

Debido a la prohibición por la Iglesia Católica de la mujer en los escenarios, un 70% de todos los cantantes de ópera en el periodo Barroco —de 1600 a 1750— eran castrati: voces masculinas soprano, mezzo-soprano o contralto, indicó el conservador de la exposición, Nicholas Clapton.

La muestra constituye un tributo a la voz y a la historia de los cantantes castrados para los que el compositor Georg Friedrich Haendel (1685-1759) compuso obras, entre ellos Carlo Broschi (1705-1782), conocido como Farinelli, quien ha sido fuente de inspiración de decenas de libros y filmes.

"Fueron las estrellas del pop de su época", afirmó la directora del museo, Jane Cockcroft, durante la presentación el martes a la prensa de la exhibición, que concluye en octubre.

La mayoría de ellos fueron castrados a los ocho años. "Poseían grandes voces, y se sometían a la extirpación de parte de su órgano reproductor para mantener esa tesitura aguda y poder realizar papeles femeninos", explicó Clapton.

El experto rechazó que esas voces, que no eran ni masculinas ni femeninas, pudieran compararse a falsetes. "Eran voces sublimes, con tonos imposibles de alcanzar de otra manera. Por eso es un arte perdido", afirmó Clapton.

Ese arte obtenido por la castración se perdió en Europa en 1870, cuando fue prohibido en el último país donde todavía se practicaba, Italia. Pero sigue practicándose en otros países, como India, indicó Clapton.
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