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Decepcionante final de "Cómplices"

Un final forzado atentó contra calidad del último capítulo, en la que la historia secundaria de la pareja gay captó más la atención que la de los personajes centrales.

11 de Octubre de 2006 | 06:04 | Fernando Bustamante, El Mercurio Online
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TVN

SANTIAGO.- La tensión había llegado a su punto máximo: Harvey Slater (Francisco Reyes) poseía toda la información para encarcelar a Soledad (Claudia Di Girólamo) y a todos sus "Cómplices", pero la historia definitivamente no terminaría mal para nadie, en el último capítulo de la teleserie de TVN.

El "gringo", con toda la verdad en sus manos, había decidido continuar con el matrimonio que aparentemente lo uniría a Annie (Ángela Contreras). Aparentemente porque Slater, luego de pasar por ingenuo toda la teleserie, tenía todo planificado para darles una sorpresa a los que intentaron robarle su fortuna.

Sin embargo, nadie esperaba que en medio de la ceremonia civil, Soledad interrumpiera y confesara toda la verdad ante el estupor de todo su grupo de estafadores.

Acto seguido, como corresponde a un clásico final, los protagonistas se declaran su amor y ella trata de demostrarle lo arrepentida que está devolviéndole todo el dinero que le había robado. Además, le tiene una sorpresa especial esperándolo en el cerro San Cristóbal: su verdadera madre.

Esta demostración de "genuino" amor y la petición de irse juntos casi conmueven al gringo, quien no la entrega a la policía pero no se va con ella.


Nadie sabe para quien trabaja

Uno de los conflictos que marcó la historia de "Cómplices" fue la protagonizada por la pareja gay, Sebastián y Javier. El primero finalmente consigue que su madre, Martita (Liliana Ross), acepte su relación.

La codicia fue uno de los ejes que movió el guión de la producción dramática de TVN y Gonzalo (Mauricio Pesutic), aprovechando el escándalo armado por Soledad, intenta vaciar su caja fuerte y escaparse, pero Gerardo (Marcelo Alonso) y Annie (Angela Contreras) tenían planes distintos para el dinero.

Luego de una persecución en auto, el conflicto de intereses del trío parece resolverse a favor de Gerardo y Annie, quienes le quitan el maletín a Gonzalo y tratan de escapar hacia Argentina, pero en el camino se dan cuenta que han sido estafados con billetes falsos.

Todos los estafadores se quedan sin ningún peso… pero nadie es llevado a la cárcel.

En la escena final, Soledad y su hija Andrea se reúnen y parten rumbo al norte, porque la aventajada primogénita le propone a su madre seguir con el "negocio" y le da una peluca para iniciar una nueva estafa.

Un final poco feliz

Una teleserie que se impuso en todo el semestre y por una amplia ventaja merecía un final mejor. Harvey, el personaje principal, finalmente se queda solo, sin Soledad, sin Annie, y sin Emilia (Blanca Lewin), la más sincera de sus parejas.

Soledad pese a su arrepentimiento no logra quedarse con el amor de su vida. Andrea, desestima finalmente el ofrecimiento de Guillermo de llevársela a Estados Unidos y reincide con su madre en el sucio arte de la estafa. Todos los "malos" quedan libres y no hay castigo para ninguno: mensaje social un tanto peligroso.

Pero finalmente no fue ahí donde estuvo la debilidad del último capítulo, sino en el poco desarrollo del final de las historias. Final forzado, en poco tiempo había que terminar la teleserie. También atentó contra una mejor conclusión el hecho de que los estafadores que, gracias a la empatía que lograron con el público y que terminaron siendo los personajes principales de la novela, no podían ser detenidos.

Harvey y su asesor desaparecieron en las escenas finales y dieron paso a la dupla conformada por Soledad Méndez y su hija Andrea.

La mejor historia del capítulo final fue la del médico gay y su pareja. Si hasta fueron merecedores de la típica canción de final de teleserie de TVN. Se robaron la película, o mejor dicho, la teleserie.

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