Lea el estudio
SANTIAGO.- La serie “Lost”, de Canal 13, y los programas de baile concentraron las preferencias del público chileno el 2006, según el estudio presentado esta mañana por el Consejo Nacional de Televisión.
El mes de mayo, la exitosa producción sobre un grupo de náufragos alcanzó un 31,7% de la audiencia. La muestra reveló, además, que las mujeres (con un 15%) son más fanáticas del programa que los hombres (13%).
En octubre de 2006, “Locos por el baile” dominó la audiencia y sólo fue derrotado por la transmisión de un partido de fútbol entre Chile y Perú. “El baile”, de TVN, se posicionó en el cuarto lugar con 26,7%.
Las teleseries, como siempre, también lograron un lugar destacado, pero bajaron un 4% su adhesión respecto al estudio del 2005. Las producciones dramáticas más destacadas del año pasado fueron “La esclava Isaura” (CHV), “Cómplices” y “Floribella”, ambas de TVN.
El efecto "Casado con hijos"
El informe entregado por Jorge Navarrete, presidente del CNTV, reveló también que la programación de origen nacional experimentó una baja de un 17%, pero aumentó el porcentaje de series (estas subieron de un 20 a un 27 por ciento) y dibujos animados realizadas.
Un dato que confirma el buen momento que atraviesa “Casado con hijos”, el programa de Mega que se ha transformado en un símbolo de esta categoría e incluso en competencia de las teleseries.
El programada realizado por Roos Films es el más visto en esta categoría en el segmento de los adolescentes de 13 a 17 años.
Liderazgo en peligro
Los programas misceláneos, las teleseries y los espacios informativos siguen siendo los géneros que predominan en la oferta programática.
Sin embargo, los primeros siguen mostrando una tendencia a la baja. El 2002 tenían un 30,4% y el 2006 sólo alcanzaron el 10,9%.
Los reality show también perdieron terreno. Del 6,4% el 2005 a un 3,5 el 2006, una baja que fue explicada por los autores del estudio como un fenómeno causado por la menor producción de programas de este tipo.
El informe estadístico de la televisión abierta 2006, está basado en las preferencias de las audiencias en los mases de mayo y octubre del año pasado.
El estudio se concentra en el formato y no en el contenido de los programas. Según Jorge Navarrete, "no medimos con variables cualitativas, ni tampoco juzgamos el mal gusto o la chabacanería de la parrilla de los canales".
Los datos fueron tomados del rating segundo a segundo que entregó una empresa al Consejo Nacional de Televisión.