SANTIAGO.- “Aquí estoy, enterito”. La cita es de Andrés Velasco, el actor que interpreta al periodista Mauricio Ossa en “Alguien te mira”, teleserie que con el asesinato de este personaje anoche volvió a causar impacto: el reportero fue decapitado con una motosierra por el cada vez más despreciable Julián (Álvaro Rudolphy).
Frente a tanta sangre y polémica por las críticas que ha recibido la producción de parte de José Antonio Viera-Gallo, el ministro Secretario General de la Presidencia, el actor prefiere tomarse la situación con humor.
“La ficción no se mezcla con la realidad. Así que estoy enterito. Es para que la gente lo tenga claro”, repite antes de comentar los pormenores de la sangrienta escena.
¿Cómo fue verte morir en pantalla?
“Una cosa es grabarla, que implica muchas más horas de trabajo, y otra es ver el resultado. Eso no fue tan fuerte. Me hice algunas críticas, creo que me faltó algo”.
¿Qué cosa?
“Un poco más de pánico. La sensación de pánico que tenía el actor, o sea yo, era muy alta. Pero creo que el personaje pudo estar más arriba. Sin embargo, una de las cosas que más se revelaron fue el miedo que me dio actuar tan cerca de una motosierra. La bulla es algo muy fuerte. Si llego a escuchar una de nuevo, me voy a acordar de ese momento emocional, de lo que sentí, que fue harto miedo”.
¿Miedo físico también?
“Sí, tuve transpiración helada y temblé. Además, tenía el deseo de arrancar, porque estaba amarrado de verdad. Fue desesperante”.
¿Estás triste por el fin del personaje?
“Sí, de alguna manera. Nunca me había tocado asistir a la muerte de un personaje. Cuando las teleseries terminan, éstos siguen su vida, en el epílogo se cuenta que se casan, tienen hijos. En este caso, terminó. No hay más”.
¿Por qué a los periodistas les toca morir de manera tan trágica en pantalla?
“¿Así? ¿Por ejemplo?”.
En una de las partes de la películas de Annibal Lecter (Dragón Rojo), a un reportero le prenden fuego en una silla de ruedas. ¿Nos merecemos eso?
“Bueno, yo creo que no. En este caso, el periodista hizo una investigación y se metió en la boca del lobo, como le ocurrió a la policía Zanetti. Es terrible, pero son los gajes del oficio”.
¿Falta más por que ver de la decapitación de anoche?
“Sí, hasta ahora sólo asistimos al momento de la carnicería. Falta ver qué pasa con las presas... porque el sicópata no se queda ahí. Le gusta hacer alarde de su quehacer y le gusta la exposición, como con envíos por correo. Tenemos hasta el viernes para ver los trozos de Mauricio Ossa. Así que faltan cositas que mostrar relacionadas con esta decapitación. No puedo adelantar mucho más, pero va por ahí”.
¿Cómo ha tomado el equipo las críticas del ministro Viera-Gallo y la evaluación de la teleserie por parte del Consejo Nacional de Televisión? ¿No se han visto afectados?
“No, para nada. Con los colegas que conversamos del tema (la teleserie ya se terminó de grabar), estamos satisfechos. Cuando una teleserie no la ve nadie, pasa colada. Esto (las críticas) es señal concreta de que la está viendo mucha gente. A diferencia de la prensa de farándula, nosotros despertamos el morbo como se debe hacer. Con sangre y mucha cochinada. Y aún falta mucho más. Seguramente TVN va a ser sancionado. Pero estamos dispuestos a que nos sancionen. El canal nos apoya”.
¿La teleserie, sin embargo, coincidió con varios asesinatos de mujeres? ¿Qué opinas de eso?
“Creo que las noticias de alguna manera se potencia una a otras. La teleserie es noticia, y por lo tanto, potencia la noticia de un femicida. Si la teleserie tuviese un fuerte impacto y la temática fuera el medio ambiente, no me cabe ninguna duda que el tema de conversación sería el calentamiento global”.
¿Cuánto puede influenciar la ficción en la realidad?
“Mi opinión es que el aporte de la realidad a la ficción es mucho más importante. Creo yo que la inspiración que tiene los escritores, los guionistas, de los hechos que ocurre en la vida real son más relevantes.
"Creo que la televisión, el cine y la literatura es muy difícil que influyan en la conducta de las personas. O sea, cuando alguien tiene una enfermedad, una sicopatía, culpar a la entretención, al arte, me parece que es medio tiraito de las mechas".