Reeditan libro con recetas de la primera cocinera de la TV chilena

SANTIAGO.- Antes que cualquier matinal, antes de Mónica y sus recetas, incluso antes del color, la televisión chilena ya tenía espacios de cocina. Según algunos, el primero de ellos dataría de 1968, y era emitido todos los martes a las 20 horas, a través del canal 9 de la Universidad de Chile.

Se trata de "La Gran Cocina Crav", programa auspiciado por los terrones de azúcar "Crav" y conducido por Yolanda Livoni, una mujer seguida por las dueñas de casa gracias a sus conocimientos gastronómicos, pero conocida mucho tiempo antes de aparecer en pantalla.

Gracias a su talento y esmero como anfitriona, y a sus vínculos con el mundo diplomático, Livoni se transformó tempranamente en una verdadera socialité de la época. Una mujer conocida por preparaciones únicas, pero también por su dedicación y detallismo a la hora de poner la mesa y presentar los platos.

Fue así como se produjo su entrada a la difusión gastronómica, aunque no a través de la pantalla, sino de un libro: "La Marmita".

La publicación, original de la década del 50, es la misma que hoy, medio siglo después, vuelve a los estantes de librerías nacionales gracias a una iniciativa de Natalia del Campo, nieta de Yolanda Livoni, a la que ni siquiera alcanzó a conocer (Livoni falleció en 1974).

"Ella era muy encantadora. Hoy me hablan mucho más de ella que del programa, que terminó siendo anecdótico. Hay montón de señoras que la recuerdan, como la Lucía Santa Cruz, Julita Astaburuaga", dice del Campo, también periodista y directora de extensión de Radio Uno.

Para ella, sumergirse en las recetas de su abuela fue viajar hacia una época distinta. Una en que los guisos podían estar horas y horas al fuego, elaborados con ingredientes que no se encontraban en supermercados.

Lo mismo requirió de una severa actualización. "Muchas recetas estaban con ingredientes muy antiguos o en onzas. Te enseñaban cómo desangrar al animal, algo que hoy ya no es necesario. La revisión actualiza muchas cosas del libro. Con esta edición es más fácil cocinar", dice la nieta.

De este modo, se entiende, ya no es necesario torcer cogotes para disfrutar una cazuela de ave, sino acudir a técnicas algo más modernas. Aunque si se siguen otros consejos de la señora Livoni, seguro que el resultado será igualmente bueno.