Seis cuerdas. El bajo eléctrico de Gálvez necesita mayor rendimiento que un instrumento común.
Sitio oficialSANTIAGO.- Junto a los trompetistas Daniel Lencina y Cristián Cuturrufo, el guitarrista Ángel Parra y la cantante Claudia Acuña, el bajista eléctrico Christian Gálvez ha sido uno de los más reconocidos músicos del jazz chileno más allá de las órbitas del jazz chileno.
El músico chileno se presenta en vivo este martes, en vísperas navideñas, en el Club de Jazz, donde presentará el segundo DVD de su catálogo solista (Imaginario en vivo, con dos presentaciones en la Sala SCD de Plaza Vespucio), que además suma seis discos personales, sin considerar una treintena de grabaciones como sesionista y sideman.
El público lo conoce por sus participaciones junto a Joe Vasconcellos y Myriam Hernández, pero por sobre todo por su cabellera y su magistral ataque del bajo eléctrico, que de un tiempo a esta parte ha convertido en un instrumento de primera línea melódia y armónica en lugar de su natural esencia como instrumento de apoyo.
De L.A. a Ñuñoa
En esta ruta, Gálvez editó en 2007 el disco Imaginario, que consiguió lanzar después de integrarse a la banda del bajista afroamericano de jazz-funk y fusión Stanley Clarke en Los Angeles. Pero regresó a Chile en parte desilusionado por no poder grabar allá su proyecto.
En su cuartel general de Ñuñoa, en las dependencias traseras del Club de Jazz, opera el sello que él dirige y produce, Pez Records, y a ese estudio llevó a jóvenes jazzistas para integrar su nuevo cuarteto: Andrés Pérez (saxo tenor), Pablo Menares (contrabajo) y Félix Lecaros (batería). El resultado fue Imaginario, uno de los grandes trabajos de la época.
Gálvez anuncia el regreso de su cuarteto en vivo, junto a una serie de invitados, como los próceres del bajo eléctrico modenro, ambos ex músicos de Congreso, Ernesto Holman y Jorge Campos, además del baterista Carlos Figueroa, el guitarrista Jorge Díaz, el tenorista Claudio Rubio o el joven bajista eléctrico Eduardo Crespo Peña.