LIMA.- El motociclista Ramón Costa, que emprendió en julio de 2004 un viaje de tres años por 33 países en una Goldwing, publicó en Perú las memorias de su travesía bajo el título "Barcelona Barcelona: Vuelta al mundo en motocicleta".
Costa señaló que "el libro nace en el momento en que me voy de viaje y comienzo a escribir", tras explicar que él invirtió 4 mil 600 dólares para publicar mil ejemplares de su libro, donde la mitad de las copias serán destinadas a las librerías de su país.
En su obra, Costa relata cronológicamente su travesía que se inició en Barcelona y lo llevó por diversos países de Europa, aunque los primeros problemas empezaron en Irán y se repitieron en Pakistán e India.
"Hubo momentos de peligro como en Senegal donde fui víctima de un intento de asalto" u otros difíciles como "cuando me detuvieron en Irán o cuando nos retenían cada dos por tres en Pakistán", manifestó el motociclista catalán.
En Irán, Ramón Costa y su compañero Gerard Pons, quien lo acompañó desde Barcelona hasta (Sídney) Australia, fueron detenidos por varias horas en un contenedor por haber tomado una fotografía de un tanque estacionado frente a un cuartel militar.
Después los dos viajeros fueron liberados tras borrar la imagen digital. El recorrido latinoamericano de Costa comenzó en Chile, país al que llegó un 11 de septiembre de 2005.
Sobre Chile Acosta dice que "todo está muy bien señalizado y la Panamericana sur y norte no es nada complicada", una situación que no es la constante en varios puntos del periplo mundial, asegura en su libro.
Costa también menciona que en un remoto paraje de la región peruana de Ayacucho la moto se quedó atrapada en la arena y él y su hermana Carme, compañera de viaje en ese trayecto por los Andes, cayeron "al lado de unos matorrales que tapan un precipicio que está detrás".
El libro está plagado de aventuras en Ecuador, Colombia, Panamá, varios países centroamericanos, México y Estados Unidos, donde recorre la mítica ruta 66 y embarca posteriormente su moto a Senegal y emprende el regreso a través de Mauritania, el Sahara Occidental, Marruecos y finalmente España.
El relato concluye en Barcelona, con el reencuentro entre Costa y sus amigos, un punto en el que está aturdido porque deja atrás lo que él mismo califica como "la mayor experiencia" de su vida.