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Son hermosos ruidos

Parvati es una banda que apuesta por la potencia y la melodía al mismo tiempo. Acaban de relanzar su disco homónimo. Un bombazo de rock-pop que merece ser escuchado. Aunque ellos mismos reconocen la existencia de un círculo vicioso que impide que las agrupaciones crecer y difundirse.

06 de Enero de 2010 | 11:22 |
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A lo Hives: vestuario a la medida y guitarrazos a la vena.

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Aunque la banda Parvati lleva casi una década en actividad, el disco homónimo que acaban de lanzar es una inyección de juventud. Un bombazo de guitarras fuertes y amor por las melodías, grabado el 2008 y relanzado la última semana del año pasado. Son muchachos ñuñoínos que asumieron las esquirlas dejadas por el rock británico a través de los Beatles, David Bowie y Oasis, y del retrotock de los Strokes o los Hives.

Además de abrazar la chilenidad pop de Los Ángeles Negros o Buddy Richard. Son influencias reconocidas por Raul Stöwhas (guitarra) y Camilo Salinas (bajo, a quien no hay que confundir con el organista del grupo Bipolares y acordeonista de Inti-Illimani Histórico), parte del cuarteto que está sonando nuevamente en ciertos circuitos rockeros y que ponen la voz aquí. La formación se completa con Andrés Vial (voz) y Mauricio Galleguillos (batería). Éste último además, es miembro estable de la banda de Francisca Valenzuela.

-Llama la atención el sonido del disco, muy guitarrero y fuerte pero con una clara intención melódica...
Raúl Stowhas:
Tiene que ver con las influencias que nombrábamos. Son músicos que hacen canciones reconocibles, que puedes cantar y disfrutar mucho más que una pieza musical de largo aliento. Además, cuando componemos partimos con la guitarra. Después se suman los otros instrumentos y arreglos. De ahí quizás ese protagonismo. Sobre la melodía, ha sido una preocupación de nosotros: que la canción se pueda cantar. Que contagie. Si ambas cosas no resultan es que salió mal la ecuación.

-¿Economía de recursos?
Camilo Salinas:
Sí. En este disco nos preocupó sacar los arreglos innecesarios. Simplificamos la composición y empezaron a aparecer melodías que nos agradaron bastante. Lo otro es mantener la energía al momento de tocar y seguir siendo un grupo de rock.

-¿No consideran casi como un acto de heroísmo sacar discos en una época donde la gente escucha singles en mp3 y el rock chileno está tan fragmentado en pequeñas escenas?
Raúl:
El rock nacional está lleno de buenos grupos comprometidos y que saben que sus discos jamás recuperarán lo invertido. Sabiendo también que es muy difícil salir en las radios, en la tele y en las revistas. Lo importante es el convencimiento que tienen, o mejor dicho tenemos, de que la música es buena y tiene algo que decir y aportar.
Camilo: Actualmente hay bastante rock y bandas con algo que decir. Creo que es parte de cómo serán las cosas en el futuro: una mayor competencia y democratización del mercado. Sólo falta que la difusión no se quede atrás por intereses menores y logre sumarse a algo que ya es inevitable. 

-¿Será que habiendo tantas bandas y pocos espacios masivos es más complicado entender los filtros que ayudan a hacerse conocidas?
Raúl:
No voy a vender la pomada de que "si es chileno es bueno", pero sí decir que hay excelentes músicos y bandas que se dan vuelta por ahí y se les cierran las puertas en las narices. No aparecen grupos nuevos en los medios y hay más locales donde tocar para las bandas tributo. Hay un círculo vicioso que impide el surgimiento de muchas bandas, y por lo mismo el público masivo no las conoce. Así, por el desconocimiento no hay apoyo alguno. Y finalmente las bandas mueren.

-Es interesante eso sí, que a diferencia de hace una década, cuando todos estaban metidos en el funk y los riffs, ahora las bandas tienen claras las reglas de las canciones radiales: estribillos, melodías, letras que enganchen...
Raúl:
¡Sí! Es que si no haces eso no vas a llegar a ninguna parte. Nosotros lo entendemos así y tratamos de reflejar en este álbum.

-¿Qué diferencia hay con Nacimiento (2003), su primer disco?
Raúl:
Creo que lo principal es el momento que estábamos viviendo, que influyó directamente en nuestra forma de componer. Por ejemplo, en Nacimiento, los temas eran largos, con punteos y cambios de ritmo. Hoy es un "chancacazo". Así nos lo han dicho. Sin adornos ni preámbulos. Posiblemente eso sea bueno para definir lo que queremos ofrecer: rock honesto, directo y bien hecho.

-¿Qué las canciones son las que mejor definen a Parvati?
Raúl:
"Marte" marcó un antes y después en nuestro sonido y forma de componer. Fuimos directos y lo hicimos entre todos. Antes cada uno aportaba una idea. "Tras mis pasos", por otro lado, es la síntesis de la música que hacemos: directa al extremo y que diga todo lo que tiene que decir.
Camilo: "Marte" es muy diferente a todo lo que se escucha pero sigue siendo un tema pop-rock con una excelente melodía y letra. Es muy rítmico, siempre recuerdo a un niño en un recital de no más de cinco años que saltaba y bailaba con su comienzo.

-¿Hacia dónde quieren llegar con este disco y su música en general?
Camilo:
Ya no pensamos en términos de hacer música "alternativa" o "comercial". Creemos que son clasificaciones añejas. Más bien nos interesa hacer música de calidad, concientes de las reglas para masificarse: melodías, energía, ritmo, potencia, sin caer en la saturación.