Alicia Keys enfervoriza al público de Madrid con su nuevo disco en vivo

MADRID.- La cantante estadounidense Alicia Keys presentó anoche en Madrid su nuevo disco, The Element of Freedom, en el imponente Teatro Real, un foro exclusivo de la ópera, donde consiguió enfervorizar al público, que se puso de pie y acabó bailando tanto en la platea como en los palcos.

Numerosos famosos desfilaron por la alfombra roja que se había colocado en la entrada principal del distinguido recinto. Rostros de la televisión, pero también de la danza como Joaquín Cortés o del mundo del cine como la actriz Paz Vega no quisieron perderse el "showcase".

Soul y fútbol: público VIP

Curiosamente entre los más aplaudidos por los fans a su llegada fue el portero del Real Madrid, Iker Casillas, que en la platea coincidió con Raúl, su compañero de equipo. En un escenario desnudo y predominantemente negro, únicamente acompañada de sus músicos, unos focos para destacar su presencia y un reluciente piano de cola blanco, Keys apenas necesitó entonar unos acordes para enganchar al público.

"Buenas noches ’Metrid’ (Madrid)", dijo en un castellano de fuerte acento inglés al salir al escenario. Agradecida por tener la oportunidad de cantar su R&B con toques de neosoul en el escenario por excelencia del bel canto, Keys arrancó con un tema dedicado a su ciudad natal, Nueva York, y en el que de vez en cuando intercaló el nombre de Madrid para hacerse con el público, que igualmente ya estaba entregado.

Con Alejandro Sanz en persona

En total interpretó una decena de canciones. Algunas eran de su nuevo trabajo, pero también recurrió a algunos de sus grandes éxitos como "Fallin". El torrente y la potencia de su voz se apoderó del suntuoso teatro, que vio como el público de la platea, los palcos y el gallinero se ponía de pie y bailaba con la sorpresa que Keys tenía reservada para el final.

La neoyorquina invitó al escenario a su amigo y cantante Alejandro Sanz, quien con guitarra en mano se puso a tocar la canción que ambos grabaron juntos, "Looking for Paradise". El Teatro Real, que en contadas excepciones abre sus puertas a otros géneros musicales, vibró al completo. Los únicos que consiguieron permanecer como estatuas fueron los cuatro guardias de seguridad, que permanecieron sin inmutarse, apostados delante del escenario durante todo el mini recital.