EMOLTV

Leave your sleep

16 de Abril de 2010 | 14:28 |
imagen

Como a tantas cantautoras, la maternidad ha reenfocado el interés temático de Natalie Merchant, quien hace siete años tuvo una primera hija y se retiró parcialmente de la grabación y los conciertos, hasta ahora. Su primer disco desde The house carpenter's daughter (2003) mantiene su voz cálida como elemento identificatorio, pero difiere por completo de lo que alguna vez grabó la neoyorquina, fuese sola o con su ex banda (The 10,000 Maniacs).

Este nuevo y largo trabajo doble musicaliza poesía infantil de los siglos XIX y XX (alguna, de autores conocidos, como Robert Graves, e.e. cummings y Robert Louis Stevenson), entre arreglos de extrema finura y fuerza. Esto es pop de cámara envuelto en violines, chelos y cornos, trabajando junto a músicos de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, el cuarteto de Wynton Marsalis y los grupos The Klezmatics y Medeski Martin & Wood.

Es el resultado de seis años de preparación que, según Natalie Merchant, dan forma "al proyecto más elaborado que alguna vez hice o siquiera imaginé". La ambición no se traspasa al auditor como pompa sino, por el contrario, como un vuelo musical depurado y sin excesos. Si la poesía infantil es la base en letras, el sonido se acomoda a moldes diversos, incluyendo folk orquestado ("Nursery Ryhme of Innocence and Experience"), ecos celtas ("The sleepy giant"), bluegrass ("Calico pie"), un suave swing ("Bleezer’s ice cream") y folk klezmer ("The Dancing Bear"). Merchant es dueña de una voz hermosa y adulta, que puede adaptarse a esta variación de ritmos con sucesiva picardía, añoranza y acogida.

En una figura de la música norteamericana más identificada hasta ahora con el canto social y seudofeminista, el cambio hacia un álbum de concepto así de bien cuidado la confirma como una mujer que aborda sus pasos profesionales con inteligente estrategia.

—Marisol García
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?