Corte inglés. Mick Hucknall va a quedar en la historia reciente de la música mundial. Lo último que dijo en Arena Movistar fue ¡Fuerza Chile!, con un elegante acento brit.
Andrea Robles, El Mercurio
SANTIAGO.- Es difícil que haya dos opiniones al respecto. Una disidente casi estaría fuera de lugar. El concierto que dio este miércoles por la noche el grupo británico de Mick Hucknall no tuvo puntos bajos y ante más de quince mil personas terminó por ubicar su nombre en la historia de la música pop de fin de siglo.
Desde el comienzo se sabía que éste no iba a ser un concierto como el que el grupo realizó en la Quinta Vergara en 2009, cuando tuvieron cerca de 60 minutos para mostrar allí una batería imparable de éxitos. En Arena Movistar se había programado un show de su gira de despedida, titulada justamente "Farewell", tras 25 años de historia.
Esta noche el grupo cultor del llamado "blue eyed-soul" (es decir, soul hecho por chicos de ojos azules), tuvo tiempo para esos mismos hits que están contenidos en su disco definitivo 25 (2008), pero además hubo espacio para algunas piezas de los lados B de esta trayectoria iniciada en 1985 con la canción "Holding back the years", del disco Picture book y que de hecho estuvo entre las más ovacionadas de la noche.
Cuesta creer que esa misma canción haya tenido una primera edad en una banda punk en los inicios de Mick Hucknall, el astro de la jornada, bien vestido y sumamente sobrio. No vale sólo tener una voz privilegiada para cantar el soul en repertorios a mid tempo. También hay que tener canciones, y Simply Red prácticamente no se extravía en melodías inservibles. Todas son estupendas.
Las baladas, llamadas "lentos" por públicos que seguramente tenían quince años entre 1985 y 1995, siempre arrastran emociones y por eso las galerías reaccionaron con gritos cuando sonaron los primeros acordes de "You make me feel brand new", "Heaven" y la última de las 21 canciones del set, "If you don’t know me by now".
Mick Hucknall está ahí, invitando a una alcoba simbólica a cada momento con su canto siempre melódico y una banda ajustada a la medida de las canciones, sobre un escenario austero que no incluye visuales, ni ningún otro tipo de distractor. Este es un concierto ciento por ciento de música.
El final es espléndido, con una serie de canciones para bailar de distinta manera unidas entre sí, con "Right thing", "Money's too tight to mention", "Sunrise" y la espectacular "Something got me started", habitual número de cierre. Mick Hucknall sale del negocio después de esta gira de conciertos, pero el trabajo de 25 años ya está bien hecho y su nombre va a quedar en la historia. Simplemente genial.