Bailarines, pantallas, parrillas circulares y él mismo rejuvenecido. Un combinado de estímulos con los que Miguel Bosé encantó en Colombia.
EFE
BOGOTÁ.- Como si quisiera devolver el regalo de su reciente adquirida nacionalidad colombiana, el cantante español Miguel Bosé encantó a sus ya compatriotas con un aplaudido concierto en Bogotá, en el inicio de su gira "Cardio", tras su paso por Medellín un día antes.
Con un impresionante montaje, en el que dos pantallas gigantes y una estructura circular de unos seis metros de diámetro colgada del techo se encajaban y desencajaban, en medio de un derroche de imagen y color, el público bogotano latió a velocidades insospechadas ante un Bosé pletórico e incansable durante cerca de tres horas de concierto.
Acompañado de tres bailarines, el cantante exhibió coreografías que añadieron espectacularidad a un show que repasó grandes éxitos de su carrera, además de presentar los nuevos temas de Cardio, el álbum que da nombre a su gira.
Y es que los latidos de sus fanáticos pasaron de cero a cien en un espectacular arranque, en el que dos de sus nuevos temas, "Ayurvédico" y "Cardio", levantaron a los congregados en el coliseo de El Campín.
Al grito de "buenas noches, compatriotas", Bosé desplegó luego una veintena de canciones como "Nena", "Dame argumentos", "Júrame", "El perro", "Eso no" o "Por ti".
El éxtasis llegó con el repaso a clásicos de su repertorio como "Morena mía" o "Sevilla", en el que absolutamente todo el público movió los brazos al mismo ritmo que Bosé, en una conexión con el cantante que no se rompió en toda la velada.
Para el segundo bis de la noche, Bosé desenfundó "Amante bandido", uno de sus temas más conocidos y exitosos, y que permitió elevar la temperatura y los decibeles al máximo.
Bosé, que obtuvo hace un mes la nacionalidad colombiana, también tuvo tiempo para recordar su compromiso social, cuando recordó a los desplazados por las guerras y la pobreza, ante los que "seguimos estáticos" mientras "la tierra tiembla, los volcanes estallan y el mundo se sacude".
Con "Te amaré", cantada al unísono con todo su público y apretando emocionado la mano contra su pecho, Miguel Bosé se despidió de Bogotá y de un país al que, nuevamente, robó el corazón y con el que alargó un idilio que con el paso de los años sólo se afianza.