ZZ Top trajo a Chile su clásica postal, ésa que se mantiene incólume con los años gracias a las enormes barbas de sus líderes.
José AlvújarSANTIAGO.- A abuelos, hijos y nietos convocó la banda estadounidense ZZ Top. Fueron décadas de espera para tener al trío en Chile. Tanta, que en el Movistar Arena se reunieron por una noche rockeros nacidos en los '70, '80, '90 y 2000.
Distintas generaciones que tuvieron su recompensa, ya que los barbones Billy Gibbons (voz y guitarra) y Dusty Hill (bajo y voz), más Frank Beard (batería), no sólo tocaron clásicas canciones como "Cheap Sunglasses" o "La Grange", sino que las interpretaron con esa pasión blusera que llega a erizar los pelos cuando una atmósfera adecuada lo acompaña.
Y es justamente eso lo que ocurrió: Pese a lo frío que resulta el recinto del Parque O'Higgins, con sus butacas numeradas y largas columnas de cemento, ZZ Top logró que las cerca de 9 mil personas que pagaron su ticket disfrutaran de un show como si estuvieran en la intimidad de un pequeño bar.
Gibbons agradecía en español cuando el público coreaba el nombre del grupo, o se daba tiempo para improvisar blues con un rasposo "Santiago City". Y casi hace llorar a más de un rockero criollo cuando dijo que iba a cantar la canción de un "viejo amigo de todos", y se largó con un cover de Jimi Hendrix ("Hey Joe").
Previo al recital, que duró cerca de dos horas, también se sorteó una guitarra donada por los autores del disco Eliminator, cuya recaudación va a ir en ayuda de los afectados por el terremoto. El humorista Coco Legrand hizo entrega del instrumento al ganador en el escenario.