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La Casa de la Ópera de Sidney ofrecerá un concierto para perros

Se trata de una obra compuesta por la esposa de Lou Reed, Laurie Anderson. La musa inspiradora de la pieza es su mascota, una Fox Terrier Chilena.

03 de Junio de 2010 | 09:00 | DPA
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El concierto en la Casa de la Ópera durará sólo 20 minutos, pues Anderson asegura que los perros no pueden prestar atención por más tiempo.

EFE

SIDNEY/SINGAPUR.- La famosa Casa de la ópera de Sydney exhibirá este sábado un nuevo tipo de concierto: uno destinado a los perros y sus amos. El acontecimiento parece, por decir lo menos, extraño, pero el prestigioso escenario lo defiende apuntando que es un "evento social que supera todos los géneros".

Al parecer, los sonidos de alta frecuencia que se podrán escuchar constituyen una delicia para los oídos de estos animales. Por esto, la Ópera de Sidney califica el espectáculo de "absolutamente imprescindible para todo perro y su amigo de dos piernas".

No se escucharán ni el "Carnaval de los animales", de Camille Saint-Saëns, ni mucho menos hits de los Pet Shop Boys. Se trata de una composición de Laurie Anderson, que presentará coincidiendo con su cumpleaños 63. Ella y su marido, el veterano rockero Lou Reed, son curadores del festival Vivid-Life de Sidney.

La "musa" de su composición animal es Lollabelle, la fox terrier chilena de la pareja neoyorquina.

En el caso de Lou Reed, su música no debe sumarle muchos puntos con respecto a Lollabelle, pues no es precisamente un rockero blando. Cuando esta semana actuó con su banda Metal Machine Trio en la casa de la ópera, muchos de los asistentes abandonaron la sala tras 20 minutos, señala un crítico musical. Era extremadamente estridente, como un motor gigante en marcha, argumentó.

Las críticas al evento no se han hecho esperar. El catedrático de Veterinaria Peter Higgins es escéptico en cuanto al concierto. "Me parece todo muy antropomorfo, muy para personas", opina.  El profesor agrega que no conoce nada dentro de la bibliografía especializada que "pruebe que los perros puedan disfrutar de la música".

Con todo, declara que "no les hará mal". Y los perros también contribuirán al conjunto de la pieza: sus reacciones podrán variar desde sonidos insistentes hasta ladridos, aullidos y gemidos. Y quienes lo soporten, serán recompensados: al final del espectáculo habrá galletitas.

Anderson ha compuesto una pieza de 20 minutos, pues la capacidad de atención de los perros no se prolonga durante más tiempo. Para que el público se mantenga en su sitio, se ha contratado a un entrenador de perros profesional y los particulares espectadores serán repartidos por tamaños en varias jaulas.

Además de un oído doblemente más fino que el de las personas, los perros tienen mucha más flexibilidad en los músculos de las orejas. Diecisiete músculos hacen que estas se yergan o se inclinen para situar mejor de dónde proceden los sonidos, según la bibliografía especializada. Quizá esta sea su salvación si no les gusta el recital: bajar las orejas.

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