Familias completas llegaron hasta el cementerio de Forest Lawn en Los Angeles para recordar al rey del pop.
Reuters
LOS ANGELES.- Centenares de fans de Michael Jackson peregrinaron hoy en respetuoso silencio hacia el cementerio Forest Lawn de Glendale, en el estado de California, para conmemorar el primer año de la muerte del músico. La mayoría de ellos llevaban girasoles por consejo de la ex esposa del cantante, Lisa Marie Presley.
Desde tempranas horas de la mañana comenzaron a desfilar los primeros seguidores del "rey del pop" de todas las edades y razas y de todas partes del mundo. A las ocho de la mañana se abrieron las puertas y arrancó la excursión por el gigantesco camposanto donde yacen los restos del intérprete de "Thriller".
De luto y en completo orden
No hubo aglomeraciones ni largas esperas para llegar hasta al mausoleo del artista. Las autoridades del cementerio dispusieron medidas extremas de seguridad y restricciones para que la visita fuera lo más pacífica posible. A pesar de ello, sus temas musicales resonaban débilmente a través de los iPods de los numerosos fans que se acercaron al atrio de forma respetuosa y tranquila, muchos de ellos con lágrimas en sus ojos.
La mayoría de los admiradores de Jacko iba vestida de negro. Por consejo de la ex esposa del cantante colocaron girasoles en el espacio designado en las afueras del mausoleo donde se encuentra el cantante. Tal fue el caso de Sylvia Martin, una profesora de medios de comunicación de la Universidad de Babson, en Boston, que además de rendirle homenaje al músico de Indiana con un ramo de flores, documentó la visita para sus estudiantes.
"Existen pocos símbolos en nuestra sociedad que hablen tanto de la diversidad y que sean capaces de reconciliar tanta contradicción de raza, género y clase como él. Es un ícono global ampliamente penetrante en la sociedad. Es curioso, mis estudiantes extranjeros le tienen más respeto que los estadounidenses", indicó la catedrática.
Cartas y mensajes
Entre los admiradores extranjeros que asistieron al cementerio estaba la española Silvia Siles, de 37 años. Esta ferviente fan viajó por primera vez a Estados Unidos desde el Valle de Aran, en Cataluña, para rendir un homenaje especial a quien fue su ídolo desde que tenía once años.
Siles estuvo recolectando mensajes de seguidores españoles durante nueve meses para llevárselos a su tumba. Depositó 635 mensajes y dos cartas para el artista: una la escribió cuando tenía once años y otra la redactó después de su muerte. Esta española dejó en España a sus tres hijos y a su marido después de ahorrar más de tre mil euros para realizar una excursión de siete días que arrancó en Gary, Indiana, siguió hacia Los Angeles y terminará en el rancho Neverland, en el condado de Santa Barbara, California.
"Es un día de sentimientos encontrados. Quería estar cerca de él y Dios quiso que fuera así. Nunca es tarde para decir 'te quiero' a un ser querido", aseguró esta mujer oriunda de Bilbao mientras escuchaba emocionada la canción "Smile" que sonaba en su iPhone.
Las pequeñas historias
Como muchos fans, Siles viajó en representación de un grupo de seguidores que debido a la crisis no pudieron acompañarla en su aventura. "Creo que falta ambiente por la crisis. Las cosas están mal en España", indicó.
Bajando la loma del cementerio se encontraba Simone Lawrence, a la que también afectó la recesión. Su trabajo se esfumó con el desplome del mercado inmobiliario y por eso, de forma discreta, intentaba promocionar una camiseta y un afiche con un poema y fotografías del artista diseñados por ella misma. "Michael Jackson representa los mejores años de mi vida", aseguró esta mujer oriunda de Mississipi ataviada con unos aretes en forma de cruz en honor a su ídolo.
Sin embargo, el más ferviente seguidor de Jacko se encontraba unos metros más arriba. Carlo Reilly, de 27 años, un imitador del cantante oriundo de Denver, Colorado, posaba para las fotos, firmaba autógrafos y danzaba suavemente al ritmo de su música para no llamar la atención de los guardias de seguridad.
Reilly, que lleva cinco años representando al intérprete de "Billie Jean", aseguró: "Lo imito bailando y cantando, pero nadie es como él. Para mí representarlo es como para un niño pequeño ser Superman". Y eso que Reilly se parece bastante al cantante, aunque quizá es poco más delgado que él. Sus extraños rasgos, sus gafas oscuras, el cabello negro azabache y su vestimenta lo convierten en una réplica bastante acertada. Reilly tuvo la oportunidad de conocer en persona a la estrella del pop durante un concierto en Japón. "Fue como haber tocado un ángel", indicó.
Organizaciones de fanáticos aseguraron que depositarán miles de rosas y girasoles en el mausoleo. En las primeras horas de la mañana, el atrio ya estaba atestado de poemas, libros, fotos, peluches, mensajes y banderas.