Entre Chile y Cataluña se mantendrá en movimiento durante los próximos meses el conjunto Quilapayún, con una agenda inmediata que incluye actuaciones compartidas con un rapero como Jimmy Fernández y un grupo de rock como Los Tres, además del lanzamiento de su próximo trabajo, un DVD en homenaje a Víctor Jara, y una visita en vivo a Barcelona, todo entre agosto y octubre.
Por lo pronto el grupo se prepara para su más próximo compromiso, este miércoles 11 de agosto, con los dos conciertos que darán en la Sala SCD Bellavista de la capital (ver recuadro) como parte del programa de TV grabado en vivo "Movistar música", que conduce el animador Sergio Lagos. Horas antes, en una pequeña sala del décimo puso de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile en la capital, más conocida como el edificio del Conservatorio, cinco de sus integrantes están preparando el repertorio en un ensayo nocturno.
Los hay de varias generaciones. Está Eduardo Carrasco, director del conjunto y uno de sus tres fundadores en 1965. Está Ricardo Venegas, también conocido como Farsán, joven proveniente del grupo Barroco Andino que llegó a Quilapayún en 1978, ya en el destierro durante la dictadura. También están Ricardo Caíto Venegas, cuyo padre es Farsán, e Ismael Oddó, hijo de otro integrante histórico del conjunto, Willy Oddó, ambos exponentes de una segunda generación biológica de integrantes de Quilapayún. Y está Fernando Carrasco, músico de larga trayectoria en grupos como los citados Barroco Andino y Aranto, que se incorporó formalmente al conjunto en 2009.
Ésta es la formación que reúne a la mayor cantidad de integrantes históricos de Quilapayún, en la vereda contraria a la alineación que dirigen en París los músicos Rodolfo Parada y Patricio Wang, la misma que el pasado 30 de julio vino a dar un concierto de celebración de los 45 años del grupo en el Teatro Caupolicán. Y la diferencia entre ambas queda clara incluso en relación con ese aniversario. "En este asunto de los 45 años hay mucho de autobombo, de buscar un motivo para ponerse en primer plano", dice Eduardo Carrasco. "Nosotros hemos celebrado los veinte, los treinta, los cuarenta años, y probablemente vamos a celebrar los cincuenta. Pero ya celebrar los cuarenta y cinco, los cuarenta y ocho y medio, es un poco forzado".
-¿Es un año como cualquier otro en la vida del grupo?
-Para qué estamos con cuentos: no es para tanto la cosa como para estar celebrando cada cinco años la vida del conjunto. Cada diez años sí hay un período largo como para que se generen cambios, direcciones, experiencias.
París y Santiago en movimiento
Además de estos cinco hombres, a quienes se suma Rubén Escudero, otros cinco integrantes de Quilapayún viven en Francia, el país donde el conjunto se estableció durante el destierro: son Carlos Quezada, Hernán Gómez, Hugo Lagos, Guillermo García y Sebastián Quezada, hijo de Carlos. Dos de ellos, Carlos Quezada y Guillermo García, se sumarán al elenco de estos próximos conciertos.
-En este momento vienen en el avión. Deben venir como a la altura de Brasil, en el mar -informan acá sus compañeros en tierra. Así funciona Quilapayún: una mitad vive en Santiago, la otra en París y hay integrantes que viajan entre ambos puntos, de modo que la alineación no siempre es fija. Este miércoles saldrán al escenario Eduardo Carrasco, Quezada, García, Farsán, Oddó, Caíto y Fernando Carrasco, además del percusionista invitado Danilo Donoso, a préstamo desde Inti-Illimani Histrórico. En otras se han incorporado Gómez y Lagos, que esta vez no serán de la partida. Y una vez, hace tres años en el Teatro Caupolicán, el grupo formó con sus once titulares.
-Es una forma de trabajar un poco distinta, si quieres -dice Farsán-. Somos once, y cuando tenemos alguna actividad tenemos que ver cómo está la disponibilidad de cada uno. Lo importante es seguir haciendo cosas y conservar la calidad del conjunto.
-¿Cómo ha sido la incorporación para Fernando Carrasco? ¿No te sientes un novato por haber llegado el año pasado, a pesar de toda la experiencia en otros grupos?
-Nunca me he sentido novato porque soy muy amigo de todos -responde-. Llegar al conjunto no fue algo ajeno, sino absolutamente natural. De una u otra manera he estado trabajando con el Quilapayún. Eduardo (Carrasco) ha sido como un hermano mayor, siempre ha estado presente.
-Además los dos estuvimos juntos en el Barroco Andino, con el Pato Wang, el Ratón -agrega Farsán, en alusión a Patricio Wang, hoy director musical de la formación contraria de Quilapayún, y a Renato Freyggang, quien después sería saxofonista de Inti-Illimani.
-En este mismo lugar, en esta facultad, se iniciaron los talleres de Quilapayún -se remonta Fernando Carrasco-. Me acuerdo de que estaba tocando quena en una sala arriba, y escuché que desde la sala del lado alguien me tocó la ventana por el balcón. Era Eduardo, para invitarme a los talleres de Quilapayún. En el '72 debe haber sido. Fui el primero que ingresó a los talleres de Quilapayún.
-¿Eduardo recuerda también ese momento?
-Me acuerdo perfecto -dice Eduardo Carrasco-. Después mantuvimos siempre el contacto, nos escribimos.
-Y hay que decir que después él (Fernando Carrasco) les avisó a Hugo (Lagos) y a Guillermo (García) para que entraran a los talleres -apunta Ismael Oddó, y de hecho Lagos y García se unieron al grupo en 1972 y 1974 respectivamente.
-Cuando no pude seguir en este proyecto fue un enroque -recuerda Fernando-. Así que hay mucho afecto antiguo, o sea estoy en mi casa.
Con Inti-Illimani, Los Tres y más allá
Para sus actuaciones en "Movistar música" el grupo está preparando un repertorio con canciones de toda su carrera, además de cinco de su más reciente disco, Solistas (2009): de ahí sonarán "Miren como sonríen" y "Manifiesto", de Violeta Parra y Víctor Jara; "Juana la cubana", "Resistencia" y "Canción del Che", las dos últimas de las cuales serán recreadas con el rapero Jimmy Fernández, tal como fueron grabadas en el disco.
-¿Cómo han asimilado el rap en Quilapayún?
-El conjunto siempre ha experimentado en su historia con muchos tipos de música -dice Ismael Oddó-. Nunca se quedó amarrado al folclor, por así decirlo. Siempre dio la mano desde a las músicas populares o de raíz latinoamericana hasta a la música docta. Además por el fuerte contenido social que tiene intrínsecamente el hip-hop se complementan muy bien. Es un contacto muy fácil.
-Los músicos que hacen hip-hop han reconocido los valores de la Nueva Canción Chilena -agrega Fernando Carrasco.
-Y es una expresión muy popular -dice Eduardo Carrasco-. Es una música casi poblacional de tan popular que es. Es un fenómeno interesante desde el punto de vista popular.
-¿Cómo fue la experiencia de grabar con el método de cortar y pegar en estas canciones?
-Fue un aprendizaje -dice Fernando.
-Eso fue una experiencia extraordinaria -agrega Eduardo-. Nunca habíamos hecho música así. Y permitió que los elementos con que trabajamos fueran absolutamente nuestros, sobre todo en "Resistencia", que está hecha con puros pedazos de canciones de Quilapayún. Eso hace que el trasfondo de esta música sea nuestro, no hay ningún salto abrupto.
-¿Así como incorporaron el rap, puede pasar lo mismo con el rock?
-O sea, perfectamente -dice Ricardo Caíto Venegas, quien también integra junto a Ismael Oddó y a músicos de la banda Chancho en Piedra el Colectivo Cantata Rock, grupo que en 2008 grabó una versión eléctrica del disco Cantata Santa María de Iquique (1970)-. Incluso ya se ha hecho, con la inclusión de los Chancho en Piedra o en el concierto de Inti+Quila. Se potencian muy bien esos estilos de música, tienen que ver.
-Y ahora está lo que vamos a hacer con Los Tres -añade Fernando Carrasco. Porque luego del programa "Movistar música" el grupo dará un festival masivo el 3 de septiembre junto a Inti-Illimani Histórico y a Los Tres, con motivo de los 75 años de Radio Cooperativa, en el recinto Movistar Arena.
-Los Tres están grabando en Estados Unidos y van a llegar unos días antes, así que vamos a tratar de prepararnos en pocos días -advierte Eduardo Carrasco.
-Pero Quilapayún ya tiene experiencia en tocar con gente que llega unas pocas horas antes.
-Sí, y la idea es hacer un recital lo más integrado posible, donde nosotros cantemos con Los Tres, los Inti canten con Los Tres, cantemos todos juntos, nosotros cantemos con los Inti -dice el director-. Estas hibridaciones que han empezado a aparecer a la gente le encantan. Ahora en un recital que hicimos en (la comuna santiaguina de) San Joaquín nos subimos con los Inti, y la gente encuentra una significación especial a eso. Y estas hibridaciones también son naturales. Con Los Tres siempre ha existido esa atención mutua, y cuando conversamos por teléfono Álvaro Henríquez (el cantante de Los Tres) me hablaba emocionado del Quilapayún.
-Bueno, ustedes deben conocer la carátula del disco de Pettinellis, el grupo previo de Álvaro Henríquez.
-Claro -sonríe Carrasco al recordar esa portada, en la que los Pettinellis aparecen en la misma pose de la más célebre fotografía de Quilapayún en ponchos negros-. Entonces hay toda una onda.
-Yo diría que (Henríquez) fue el primero en abrir la puerta a la Nueva Canción Chilena, como músico, a través de ese homenaje -agrega Oddó-. Es muy significativo eso.
-Además nos invitó a La Yein Fonda -dice Fernando Carrasco.
-Claro. Ellos tienen toda su onda para el dieciocho, pero este año nos invitó a nosotros a tocar ahí, y no cuecas, sino a hacer lo que hacemos siempre -explica Farsán.
-Es una cosa sincera, no un asunto postizo para traer más público -concluye Eduardo Carrasco-. Y esto ya funcionó con el Inti. Es un deseo sincero de hacer algo juntos.